Necrológicas

Debate sobre la vejez como enfermedad

Por La Prensa Austral Lunes 26 de Julio del 2021

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En las últimas semanas, varios lectores y entidades especializadas han escrito cartas para abordar la intención de la Organización Mundial de la Salud de declarar a la vejez como una patología, al incorporarla en la Clasificación Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud Relacionados (Cie).

Oficialmente, el gobierno de Chile ha reaccionado a ello, enviando una carta a la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud, en la que sugiere no utilizar conceptos de clasificación y reemplazar el término vejez por otro que sea más pertinente a la hora de referirse a dicha etapa del envejecimiento.

Para organismos como la Red Transdisciplinaria sobre Envejecimiento (RenEn) de la Universidad de Chile, la incorporación de la vejez al listado de patologías sería un grave retroceso en términos de discriminación.

La vejez es una etapa normal de la vida que está marcada por transformaciones fisiológicas importantes, pero que, bajo ningún concepto, puede ser entendida como una enfermedad.

En la medida que todos los países están haciendo esfuerzos significativos por mejorar la calidad de vida de las personas, el proceso de envejecimiento de éstas puede sobrellevarse en forma menos dramática y con mayor asistencia en todos los ámbitos.

Tanto es así que sólo en décadas hemos pasado a tener un creciente número de adultos mayores a los que nadie calificaría de ancianos, aunque estén bordeando los 80 o 90 años.

Ello no obsta que existe mayor conciencia respecto de que la vejez debe ser comprendida y abordada multidimensionalmente, como sus aspectos biológicos, físicos, mentales y sociales.

La vejez -como han reaccionado oportunamente los expertos- es una etapa natural y no patológica de la vida, tal como lo son la infancia, la juventud y la adultez. Por ello, no debe ser estigmatizada ni homologada a una enfermedad.

Como comunidad, tenemos que tener políticas públicas y servicios acordes a las necesidades que las personas adultas van teniendo, basadas en la prevención, recuperación y crecimiento psicosocial.

Sobre todo, tenemos que avanzar hacia una sociedad donde las personas mayores nunca dejen de ser sujetos de derechos y respeto.