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Durante Primera Jornada Mundial de los Abuelos

Vicario llamó a respetar a los adultos mayores, pero sobre todo a los que están en situación de abandono

Lunes 26 de Julio del 2021

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“La sociedad debe aprender a valorar y respetar a todos en su dignidad, pero particularmente a los adultos que están en situación de abandono”, dijo el vicario general de la diócesis de Punta Arenas, Fredy Subiabre Matiacha, al conmemorarse ayer la Primera Jornada Mundial de los Abuelos y las Personas Mayores.

En la misa de las 10, en la iglesia Catedral, agradeció a Dios por el valor de los adultos mayores, “porque son un signo de memoria, formación, cariño y afecto”.

Pidió tener una mirada sobre los ancianos, “sobre todo los que están solos o abandonados en las casas de salud y de reposo, en hogares o en las calles. Porque toda la sociedad debe aprender a valorar y respetarlos en su dignidad, pero particularmente a los adultos que están en situación de abandono”.

La sociedad está invitada a generar los mayores espacios de acogida y cercanía a los adultos mayores. “No hay mejor lugar que en el seno de las propias familias. La preocupación de los papás y los nietos por los ancianos debe ser fundamental”, indicó en su mensaje.

Explicó que esta Primera Jornada Mundial nace a partir de que el 26 de julio es San Joaquín y Ana, “los padres de la Virgen María, los abuelos de Jesús y el Papa Francisco estableció el último domingo de julio, por ser el más cercano a esta fecha, como el Día del Adulto mayor y de los Abuelos”.

Lo que se busca es valorar la memoria de los ancianos. Darles un valor dentro de la sociedad, de agradecerles y respetarlos en su dignidad.

En la misa, Petar Babaic Mihovilovic, leyó la Oración por sus Abuelos.

Mensaje del Papa

En el semanario El Amigo de la Familia viene íntegro el mensaje del Papa Francisco, que subrayó que la vocación de las personas de la tercera edad es “custodiar las raíces, transmitir la fe a los jóvenes y cuidar a los pequeños”.

“Incluso cuando todo parece oscuro, como en estos meses de pandemia, el Señor sigue enviando ángeles para consolar nuestra soledad y repetirnos: Yo estoy contigo todos los días”.

“Este es el sentido de esta Jornada que he querido celebrar por primera vez precisamente este año, después de un largo aislamiento y una reanudación todavía lenta de la vida social. Que cada abuelo, cada anciano, cada abuela, cada persona mayor -sobre todo los que están más solos- reciba la visita de un ángel”.