Inscrito como diputado por el Partido de la Gente: José “Percy” Olivares, el dirigente estudiantil y productor de eventos que hoy es candidato
– Asegura que el denominado PDG está llamado a convertirse en la colectividad con más militantes a nivel regional y nacional.
Alejandro Salazar
Como anécdota cuenta entre risas que en 2008 alcanzó a estar 7 horas como concejal electo, pero que la “perversa máquina repartidora” terminó por alejarlo del municipio por menos de 200 votos.
Así es la política cuando se da el salto a una papeleta. Son las reglas de juego, reflexiona. Y ojo, porque si el nombre de José Fernando Olivares Ojeda no le dice mucho, seguro que el de “Percy” Olivares (como el otrora futbolista peruano) puede llevarlo a recordar a su época de productor de eventos discotequeros y radiales de hace… Dejémoslo en más de una década. También lideró movimientos estudiantiles como presidente de los centros de alumnos del Instituto Don Bosco, Federación de Estudiantes Secundarios y del Centro de Alumnos de la Universidad Arcis.
Hoy Olivares es vicepresidente del más reciente partido aparecido en el espectro regional, el Partido de la Gente (PDG) y, a la espera de la ratificación del Servel, advierte, candidato a diputado por Magallanes.
Dice que luego de tanta experiencia optó por la tranquilidad. Reconoce que tuvo un largo “cuarto de hora” en 2008 con la posibilidad cierta de ser concejal y que luego ya sin el reconocimiento del “Percy” de los movimientos estudiantiles su segundo tiempo eleccionario fue poco positivo (425 votos en las municipales de 2012).
– ¿Qué lo motiva, digamos, a este tercer tiempo?
– (Ríe) “Convicción. Me aventuré en lo dirigencial y político siendo muy joven y, cuando pensé que había encontrado mi espacio, no fue así. Hoy decidí ser parte de este proyecto a largo plazo, que comenzó en 2013 y que silenciosamente, con mucho trabajo, nos permitió constituirnos como partido y ser una fuerza importante en Magallanes con más de mil militantes”.
– ¿Y cómo se convierte en candidato?
– “Uff, luego de un largo proceso, pero proceso democrático, porque todos los militantes y adherentes pudieron manifestar su intención de ser candidatos y, como fueron varios, hubo que hacer una elección interna, moderna, electrónica. Lo mismo pasó con nuestro candidato presidencial, Franco Parisi, quien se impuso en la consulta a dos candidatas. Pero eso no quedó sólo ahí, luego se nos sometió a un test psicológico y a un test se droga”.
– ¿Cómo podríamos explicar en pocas palabras lo que es el PDG?
– “Es una propuesta transversal que se despega de los compromisos económicos y políticos, de las estructuras establecidas”.
– Ustedes a sólo días se haberse conformado como partido tuvieron el desparpajo de ir con lista propia a las elecciones locales, con senadores, diputados y consejeros. ¿Cómo fue esa decisión?
– “Desde que nos estructuramos a nivel nacional y luego a nivel regional, siempre la idea fue ser independientes, pero dentro del sistema establecido (de partidos). Y desde ese mismo minuto fuimos de la idea de no establecer pactos que nos llevaran a escapar de la línea propia que tenemos como partido”.
– ¿Esa máxima se supone no está considerada en caso de ser gobierno?
– “Claro que no. En gobernar creemos en la política de los acuerdos y no porque estemos en el centro, desapegados de los bloques, significa que tengamos que quedar fuera de la convivencia política. Quiero decir con esto que, si hay un buen proyecto de la izquierda, hay que apoyarlo y si consideramos que una iniciativa de derecha favorece a la ciudadanía, también se debe respaldar”.
– Y si hablamos de propuestas, ¿qué es lo primero que piensa como candidato y partido?
– “Pienso en propuestas que se despegan de la estructura tradicional, propuestas transparentes y que dejen de lado los compromisos con ciertos sectores económicos y políticos y que se centren más en las necesidades locales. Por ejemplo, el caso del transporte y los problemas de nuestros camioneros, que se ven en desventaja en comparación con más de 30 empresas que son del norte y operan en la zona. O los problemas de conectividad propios que tenemos los magallánicos. Son clamores de años, que no han tenido solución, y así hay muchas cosas más que siguen con amarres”.
