Guinea-Conakri: golpe de Estado y disolución de la Constitución
La confusión se adueñó ayer de Guinea-Conakri después de que el Presidente Alpha Condé fuera detenido por militares, que declararon la disolución de la Constitución y del gobierno en un golpe de Estado.
Condé, que gobernaba con firmeza desde 2010 este país de Africa occidental que se independizó de Francia en 1958, fue detenido por miembros del Grupo de Fuerzas Especiales del Ejército, aseguró el comandante de ese cuerpo de élite, coronel Mamady Doumbouya, identificado por medios locales como un ex legionario francés que retornó a Guinea en 2018.
Una transición
“incluyente y pacífica”
Después, Doumbouya compareció en la televisión estatal, flanqueado por varios soldados y con la bandera nacional sobre los hombros, para informar de la creación del “Comité Nacional de Agrupación y Desarrollo”, que busca “iniciar una consulta nacional para abrir una transición incluyente y pacífica”.
El coronel justificó el golpe por “la falta de respeto a los principios democráticos, la politización excesiva de la administración pública, la mala gestión financiera, la pobreza endémica y la corrupción” que, a su juicio, imperan en el país.
Las calles en Kaloum, distrito comercial y administrativo de Conakri que acoge el palacio presidencial y numerosos ministerios, quedaron desiertas mientras continuaban oyéndose disparos y, según testigos, se desplegaron vehículos blindados en dirección al palacio presidencial.
Apoyo en las calles
De momento, la asonada parece contar con un cierto apoyo popular, pues muchos ciudadanos se echaron a las calles de Conakri al grito de “¡Viva el Ejército! ¡Viva el golpe de Estado!”.
En una primera reacción internacional, el secretario general de la Onu, António Guterres, afirmó en su cuenta de la red social Twitter que condena “enérgicamente cualquier toma del gobierno por la fuerza de las armas” y pidió la “liberación inmediata” de Condé.
El pasado 18 de octubre, Guinea-Conakri celebró unos comicios presidenciales en los que Condé se presentó a un controvertido tercer mandato, no permitido en principio por la Constitución, tras celebrar un referéndum en marzo de 2020 para cambiar de Carta Magna, aprobado con un 91,5% de votos a favor.
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