Convención Constitucional y Descentralización: antecedentes y expectativas
La Convención Constitucional está ad portas de comenzar a discutir los contenidos que contendrá la propuesta de Constitución en la que estamos trabajando. Ello ocurrirá una vez que se discutan y voten las indicaciones presentadas por distintos convencionales en el marco de la aprobación del Reglamento de funcionamiento de la misma. Dicha votación, programada para el próximo miércoles 22 de septiembre, es relevante por muchos aspectos. Magallanes y el resto de las regiones de nuestro país debiera centrar su atención en dos de las normas propuestas, cuyo detalle comentaré a continuación.
La primera es la posible inclusión de la descentralización y la equidad territorial como principios rectores del Reglamento. La segunda, en tanto, dice relación a los contenidos que tratarán las comisiones temáticas que se crearán para la discusión de los temas de fondos de la propuesta de Carta Fundamental que debemos elaborar. En ella, hasta el momento, se propone la creación de una comisión temática que aborde la descentralización y el rol de los gobiernos locales, estableciendo que dicho órgano colegiado deberá pronunciarse -a lo menos- sobre la estructura organizacional y descentralizada del Estado y la situación de los territorios insulares y las zonas extremas.
La aprobación de la inclusión de los referidos principios y de la creación de una comisión temática específica encargada de discutir sobre asuntos propios de la organización territorial de nuestro país, sería una muy buena noticia para Magallanes. Además, sería un antecedente valioso que nos permitiría obtener algunas conclusiones preliminares. En primer lugar, para la Convención la descentralización -como idea general- generaría un alto consenso. En segundo lugar, nos obligaría -al tener certeza que se discutirá esta materia en la Convención- a prepararnos con rigurosidad para enriquecer el debate y realizar aportes que otorguen a las regiones las herramientas para ser protagonistas en la adopción de sus decisiones. Considerando que las expectativas de la ciudadanía son altas en esta materia -especialmente en Magallanes-, el desafío es generar un ambiente de diálogo que nos permita mantener a esta temática como prioridad. Dicho ambiente de diálogo -que debemos fortalecer- será fundamental para alcanzar amplios acuerdos. Acuerdos que, por cierto, esperamos se conviertan en los pilares de un Chile descentralizado a nivel constitucional.
En este contexto, es fundamental que los convencionales -además de reflexionar sobre las implicancias del artículo 3º y del Capítulo XIV de la Carta Fundamental vigente- profundicemos en el estudio y análisis de últimas reformas realizadas en la materia, centrándonos especialmente en la implementación y desafíos propios de las Leyes Nº 21.073 y 21.074, que modificaron la Ley Orgánica de Gobierno y Administración Regional, y sus respectivos reglamentos. Ello porque la descentralización, a la que puede y debe aportar la nueva Constitución, debe ser entendida como un proceso gradual y continuo, que debe tener consideración las características y prioridades que presenta cada una de las regiones.
En consideración a lo previamente expuesto, reafirmo mi compromiso con una descentralización ordenada y con mecanismos que resguarden la necesaria responsabilidad fiscal. Así las cosas, será imprescindible que cuando discutamos sobre cómo profundizar el proceso de descentralización en nuestro país, lo hagamos desde la perspectiva de la necesaria modernización del Estado. Estamos en un proceso histórico que, si es bien conducido y considera la opinión experta y nuestras experiencias previas, puede dotar a Magallanes de las herramientas necesarias para alcanzar un desarrollo armónico y equitativo.