Necrológicas
En Te Deum Ecuménico

Obispo llamó al mundo político a recuperar su autoridad moral

Domingo 19 de Septiembre del 2021

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– El pastor criticó “la nueva cultura que se está fraguando”, donde lamentó que una de las debilidades sea
desconocer las tradiciones y raíces.

– “Estos largos meses de pandemia han sido una ocasión para experimentar también lo mejor de nosotros. Hemos visto multiplicarse, por todos lados, expresiones de acogida y solidaridad”.

“Es urgente que, en el momento presente, el mundo político recupere su autoridad moral, que la administración pública se defina como hombres y mujeres que sirven con transparencia y probidad”.

Esto lo dijo ayer el obispo Bernardo Bastres en el mensaje que entregó en el tradicional Te Deum de Fiestas Patrias, donde asistieron autoridades civiles y militares.

Llamó a ejercer la autoridad con responsabilidad y cuidar los recursos, “con las virtudes que favorecen el espíritu de servicio, entre ellos: la paciencia, modestia, moderación, caridad y generosidad”.

En este sentido valoró la autoridad “ejercida por personas capaces de asumir auténticamente como finalidad de su acción el bien común y no el prestigio o el logro de ventajas personales”.

Dio gracias a Dios por la Patria, en estos doscientos once años de independencia, “y todos los beneficios y progresos que, como Nación, hemos ido conquistando con la ayuda del Señor”.

Pandemia y lo
mejor de nosotros

En el mensaje dedicó un capítulo a la pandemia. “Hemos vivido un tiempo que nos ha golpeado en diversos sentidos, y que nos invita a reconocer la dignidad de cada persona; esto nos puede hacer renacer a todos a un deseo de hermandad”.

“Estos largos meses de pandemia han sido una ocasión para experimentar también lo mejor de nosotros. Hemos visto multiplicarse, por todos lados, expresiones de acogida y solidaridad hacia aquellos que más han sufrido. Como Iglesia, agradecemos al Señor todo el bien que hemos podido realizar, gracias a la colaboración de tantas personas e instituciones, comerciantes y empresas, lo cual nos ha permitido llevar ayuda a más de ochocientos hogares, asistiendo y acompañando a personas vulnerables y de la tercera edad. Al mismo tiempo, hemos podido consolar y dar esperanza cristiana, a aquellos que perdieron a un ser querido”.

“Deconstruccionismo”

El pastor criticó lo que llamó “la nueva cultura que se está fraguando”, donde lamentó que una de las debilidades es desconocer las tradiciones y raíces.

Reparó en que existe una corriente que, para avanzar en sus principios e ideologías, tiende a sembrar la desesperanza y suscitar la desconfianza constante.

“Así se utiliza el mecanismo político de exasperar, exacerbar y polarizar. Por diversos se niega a otro el derecho a existir y a opinar y para ello se acude a la estrategia de descalificarlos, sospechar de ellos, cercarlos. No se recoge su parte de verdad, sus valores y, de este modo, la sociedad se empobrece y se reduce al dominio del más fuerte.

“En esa lógica -prosiguió-, se alienta también una pérdida del sentido de la historia. Se advierte la penetración cultural de una especie de deconstruccionismo, donde la libertad humana pretende construirlo todo desde cero. Deja en pie únicamente la necesidad de satisfacer las propias necesidades en un exagerado individualismo”.

Política

El obispo reparó en que la política ya no es una discusión sana sobre proyectos a largo plazo para el desarrollo de todos y el bien común, “sino sólo recetas inmediatistas de marketing que encuentran en la destrucción del otro el recurso más eficaz. En este juego mezquino de las descalificaciones, el debate es manipulado hacia el estado permanente de cuestionamiento y confrontación”.

De ahí el llamado del pastor al mundo político a recuperar la autoridad moral.

Cuidar y fomentar nuestra alma nacional es tarea de todos, no podemos renunciar a la fuerza de nuestra identidad cultural, de nuestras tradiciones republicanas, patrióticas y religiosas. Estamos llamados a cuidar nuestros símbolos patrios, que nos ayudan en nuestro ser chileno  y nos hacen vibrar ante distintas situaciones, como las catástrofes naturales, las fiestas, nuestra historia, los desafíos deportivos, la representación internacional”.

“Es imperioso -remarcó- que todos trabajemos para que nuestro país, cuyo origen ha sido siempre multiétnico, integre y respete a los que han llegado a nuestra tierra buscando una nueva vida. La multiculturalidad es una de las riquezas que han formado parte de nuestra identidad nacional y que hoy algunos quieren desconocer. Nuestra tierra, ha sido un lugar de encuentro, y deseamos que Chile siga siendo un país de hermanos”.