Trece niños y niñas de la Escuela Arturo Prat conocieron su remozado colegio
En primero y segundo básico
Para la mayoría, fue la primera vez que llegaban a conocer su colegio. Los que estaban en primero básico en 2020, apenas lograron estar una semana en las aulas y tuvieron que encerrarse para soportar la pandemia. Ahora van en segundo, y ya ayer regresaron con la esperanza de terminar el año de manera satisfactoria y retomar los aprendizajes, en el sistema híbrido.
Trece estudiantes de la Escuela Arturo Prat se sumaron a las clases presenciales. Este establecimiento cuenta con una escasa matrícula, de apenas 151 alumnos. Ello, más los índices de la Agencia de la Calidad, han mantenido preocupados desde hace años a la comunidad educativa, que más encima, tuvo que lidiar con la pandemia.
Ajenos a todo ello, los niños y niñas tuvieron un colorido recibimiento. En la entrada, globos azules y amarillos les dieron la bienvenida, pero apenas cruzaban el umbral, debían cumplir con las medidas sanitarias. Igualmente, cada acción fuera del aula contaba con un estricto protocolo.
La directora de la Escuela Arturo Prat, Beatriz Schmidt, agradeció la disposición de los padres y apoderados, además de los funcionarios y profesores, para poder retornar y apoyar en la implementación de lo que pudiera faltar. “Fiscalizaciones no hemos tenido, pero durante todo este año nos hemos estado dedicando a cumplir con todas las normativas que exigen los ministerios de Salud y Educación para el retorno seguro. Hemos tenido que sacar muebles de las salas, por el aforo, que ahora aumentó nuevamente. Esa implementación de las salas y que mucha gente que trabaja en el establecimiento son pacientes crónicos, hizo que tampoco tuviéramos todo el personal para poder comenzar”, explicó la directora.
En la sala del segundo básico, destacó un dispensador de alcohol gel que fue aportado por la profesora “y los papás están muy dispuestos a ayudar. Ofrecieron mascarillas, alcohol gel, pero como establecimiento estamos provistos de los insumos que corresponden”, recalcó Schmidt, que indica que la única postergación corresponde a “un trabajo de pintura de salas que quedó pendiente el año pasado, por la cuarentena, y este año hemos tenido que recurrir a apoderados y personal que ha apoyado la municipalidad para cumplir con el proyecto y por eso, estamos pintando por sectores”.
El lunes próximo serán los estudiantes de octavo los que volverán a las aulas y el martes, el tercero básico. Reconocen que la baja matrícula es la principal dificultad que deben sobrellevar, pero “queremos revertir la situación, y tienen que conocernos en funcionamiento normal. Todo el trabajo que hemos hecho, la organización, ha sido reconocida, pero no los hemos podido mostrar a la comunidad como corresponde”, finalizó Beatriz Schmidt.