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– María Nahuelquín Barría

Bastión de la bohemia magallánica cierra sus puertas: adiós al “Barrilito”

Domingo 26 de Septiembre del 2021

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Cruzar su umbral transporta a otro Punta Arenas. Humo de cigarrillo, brindis y risas, predominaba en el “Barrilito”, en Avenida Independencia, entre Chiloé y Armando Sanhueza. Ahí se reunían trabajadores del puerto, camioneros y deportistas senior a compartir y olvidarse de las penurias de la vida diaria. Nadie recuerda cuántos años funcionó, algunos dicen 40, otros 50. O quizás estuvo siempre.

Pero desde ayer, este tradicional local pasará a formar parte de las leyendas de Punta Arenas, porque con el dolor de sus contertulios y administradores, los dueños de la casa decidieron que no habrá más “Barrilito”. Y habrá que buscar un nuevo espacio para reunirse. Eso no será problema, locales sobran. Pero ninguno tendrá el mismo ambiente.

La anfitriona María Abello, mientras servía empanaditas y asado de cordero en un mesón en que reposaban botellas de cerveza Escudo y vino 120, se dio un tiempo para reflexionar sobre el fin de esta historia. “Ahora estoy haciendo un evento para la gente que ha estado continuamente con nosotros. Debido a la pandemia, los dueños no quisieron continuar y esto me tocó ahora, finiquitar todo esto. Es una pena para mí también, estoy agradecida de toda la gente que ha venido…” y ahí sus lágrimas fueron saludadas con sonoros aplausos y gritos de los clientes.

El dueño original era Armando “Guarro” Muñoz y desde el 17 de septiembre de 2005 comenzó a ser administrado por Abello, que siempre estuvo en contacto con los comensales habituales, incluso en los peores meses de la pandemia.

Uno de ellos es Manuel Vidal, cuyo padre también fue cliente frecuente. “Yo pasaba con él, era cabro chico, y acá se jugaba truco, cacho, conocía mucho al dueño real. Encontrabas amigos, gente adulta, seria, y lo pasabas bien, compartiendo un traguito. Locales hay muchos, pero como éste, no sé. Todo este tipo de locales se están perdiendo”, sentenció.

En tanto, José Manuel Soto Oyarzún lleva cuarenta años yendo al “Barrilito”. “Me siento muy orgulloso de venir y compartir con mis amistades; somos un conjunto humano. Y agradecer a la señora María, por su buena atención. Ojalá esto quede para el recuerdo”.

Otro habitual visitante fue José Cárdenas, más conocido como “Alicate”. “Muy agradecido de este local, cuantos años que he venido y excelentes personas. Mucha gente que se fue en esta pandemia igual. Es penca que se vaya un local antiguo. Se va a extrañar. Ahora no sé dónde iremos, pero con la frente en alto, porque siempre nos portamos bien. Hoy me tocó atender a estos caldillos porque no había nadie más, pero están todos pagando, así que no hay problema”, finalizó entre las risas celebradas de los amigos del tradicional “Barrilito”.