Necrológicas

Vladimiro Mimica y Mario Navarro recuerdan a Patricio Manns y sus venidas a Punta Arenas

Domingo 26 de Septiembre del 2021

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– El ex alcalde revivió cuando invitó al artista a la Feria del Libro, mientras que el dueño de La Luna y La Perla del Estrecho, evocó una amistad que se forjó en el Festival Folclórico en la Patagonia.

La música popular chilena llora a un cantautor y poeta que está entre los más grandes y prolíficos de su historia, pero en Magallanes, hay dos que lloran al amigo, a quien conocieron hace décadas y que, a pesar de la distancia, siempre mantuvieron ese vínculo fraternal. Vladimiro Mimica y Mario Navarro entregaron sus principales recuerdos de Patricio Manns, fallecido ayer a los 84 años, que recién había cumplido el 3 de agosto.

Precisamente, Navarro fue uno de los que estuvo presente en la celebración de su último cumpleaños, donde brindaron con un tinto. La triste noticia lo sorprendió de viaje por San Pedro de Atacama, lo que obligó a cambiar los planes para poder viajar y estar presente en las exequias del destacado artista en Concón, Región de Valparaíso. Aunque sabía de su delicado estado de salud, el dueño de La Luna y La Perla del Estrecho no pudo esconder su congoja.

“Yo estuve para su cumpleaños, fui uno de los pocos convocados. Celebramos sus 84 años y después me mantuve en contacto casi a diario con la hija y el manager”, partió recordando Navarro, junto con confidenciar que Manns pasó sus últimos días triste porque no había sido reconocido su trabajo con algún Premio Nacional, tanto de Literatura como de Música. El año pasado, el mismo Mario Navarro había liderado una campaña en ese sentido. “El estaba seguro que lo merecía y sabemos que tenía méritos de sobra para ambos, porque si bien se le conoce más por la música, igual es un tremendo escritor, tiene más de treinta libros publicados, y se está trabajando además en la reedición de toda su producción musical”, apuntó. Pero pese a este escaso reconocimiento oficial, Navarro establece que “cualquier chileno con un grado de sentimiento, que sea capaz de leer un poema o escuchar una canción, siempre echará de menos a Patricio Manns”.

Navarro conoció al autor de “Arriba en la cordillera”, en agosto de 1973, en el Festival Folclórico en la Patagonia, pero la amistad surgió cuando Manns volvió de su exilio a fines de los ’80. “Yo le hice la gira del regreso desde el aeropuerto hasta que lo despedí, fueron diez días de actividad, con una conferencia en el Café del Cerro, Teatro Teletón, Estadio Chile, después a Concepción, donde se reencontró con sus hijos y culminamos esa gira con la presentación en Siempre Lunes de TVN y después con su esposa Alejandra volvieron a Suiza, donde vivían. De ahí mantuvimos siempre una comunicación. Lo traje al pub El Suizo, y cada vez que iba a Concón pasaba un par de días a su casa”.

La Feria del Libro

En 2012, Vladimiro Mimica era alcalde de Punta Arenas y para la Feria del Libro, uno de los invitados fue Patricio Manns. “Justamente me acordaba de su participación, porque fue un momento único, además que siempre recuerdo el gesto de La Prensa Austral, donde ustedes tenían un stand, y cuando el Pato estaba programado para intervenir ese día me sacó al frente para hablar de fútbol, él era hincha de la ‘U’ y tuvo que repetirse la charla al día siguiente, que era sobre los pueblos originarios”.

Independiente de esa anécdota que sólo quienes estuvieron ahí recuerdan, Mimica advierte que lo conocía desde hace muchos años, desde la década del ’60. “Cuando estaba él en Radio Nacional, que en esos años era del Mir, antes del Golpe, me ofreció hacer un programa deportivo pero totalmente distinto a lo que hacíamos, destinado a los equipos de las poblaciones más pobres, fomentar la actividad deportiva de los trabajadores”.

Ya en sus recuerdos en Magallanes, “Pato en su momento esplendoroso, yo trabajaba en la municipalidad y organizábamos las Semanas Magallánicas. En febrero vino el Pato a actuar al gimnasio de la Confederación Deportiva. Después tantísimas jornadas, en Natales, a las cinco de la mañana con su guitarra cantando, componiendo canciones a los cisnes de cuello negro”, rememoró el periodista, que también reveló que Manns “hizo el servicio militar en el Regimiento Pudeto, él estaba muy ligado a la región, quería mucho a Magallanes”.

Vladimiro Mimica lamentó sí que “hoy están todos los homenajes y las radios tocando la música de Pato Manns, y se le reconoce como uno de los más grandes cantautores de la música chilena. Pero como los grandes, con la sencillez de los grandes”.

Y para graficar esa grandeza, cuenta un episodio que vivieron junto a sus respectivas esposas. “Cuando retorna a Chile, tras una entrevista que le hace Miguel Davagnino en Radio Chilena un domingo, yo lo llevo a almorzar al Mercado Central y él había pasado inadvertido, hasta que unos guitarreros populares que cantan, que tampoco lo habían visto, cuando empiezan a entonar ‘Arriba en la cordillera’, el Pato se levanta y va a cantar con ellos. Y eso fue impresionante, por la cantidad de gente que invadió la mesa con regalos”.

La estrecha relación de Manns con Magallanes: “He tenido mucha
inspiración gracias a la región”

En julio de 2017, Patricio Manns visitó Punta Arenas, donde aprovechó de reunirse con viejas amistades. A continuación reproducimos la entrevista concedida a este medio.

– Usted tiene una conexión muy especial con Magallanes, ¿me puede explicar cómo se gestó esta relación?

– “En una época yo vivía en Chiloé, en Ancud, llegué allá cuando tenía 16 años, con mis padres, en ese tiempo el servicio militar era obligatorio. Entonces cuando tenía 17 años me inscribí en el Pudeto de Ancud, y antes de cumplir 18, cuando me correspondía hacer mi servicio, el regimiento se había trasladado a Punta Arenas, por lo tanto tuve que seguirlo. Me dijeron: ‘debe presentarse en Punta Arenas a tal hora’. Estuve un año haciendo mi servicio, en ese momento sabía poco de la ciudad, la fui conociendo. Yo había llegado hasta Chiloé, pero nunca más al sur. De hecho, creo que soy el primer Manns que llegó a Magallanes en ese tiempo. Para mí fue un descubrimiento, era otra cosa, otra cultura, otra manera de ser y otros paisajes. Yo lo pasé fantástico. Recuerdo una vez que volví para hacer una presentación, un comandante me invitó a dar una conferencia, él sabía que yo era comunista, entonces hablé de experiencias culturales y otras cosas, entonces veo que hay una pila de ‘milicos’ que me van a saludar. Resulta que eran mis compañeros de generación. Ya todos antiguos, tenían 30 ó 40 años, fue maravilloso, todos estaban viviendo aquí, así que nos fuimos a recordar los viejos tiempos”.

– ¿Algún recuerdo de esta zona que lo haya marcado?

– “Me recuerdo que había un bazar hindú, donde encontré una biografía de Julio Popper. Después yo hice una novela de su historia, estuve recopilando datos, conocí gente cuyos padres habían conocido a Popper, hace un poco más de 60 años. Esa fue una de mis grandes novelas, estuvo en diversas partes del mundo. Como siempre en Chile uno primero tiene que ser reconocido afuera, para que recién te noten. Con lo de Popper fue todo muy fácil, ya que era un personaje en sí, lo único que se hizo fue agregar elementos. Recuerdo que cuando vivía en Francia, el libro llegó al país, entonces alguien supo que el escritor estaba viviendo al lado de la librería, fue así que todo el mundo lo leyó, entonces en un bar nos reunimos y me preguntaban cosas sobre el personaje. Yo conozco a muchos escritores de la zona, tenemos un intercambio constante. Mi relación con Magallanes ha sido muy extensa, he tenido mucha inspiración gracias a la región”.

– ¿Hay alguna parte que le gustaría visitar para encontrar una nueva inspiración?

– “Quiero ir a cabo Froward, porque cuando era milico acá nos llevaban allá en patota, nos metían a unas trincheras y nos disparaban con balas de cañón de verdad. Eso era para acostumbrarnos al combate y el fuego enemigo. Nosotros metíamos la cabeza en las trincheras y veíamos las balas enormes. Una buena parte de mis recuerdos cuando hice el servicio son en cabo Froward. Me gustaría ver cómo está ahora, quizás encuentro inspiración allá, tal como la encontré en otras partes de Magallanes”.