Necrológicas

– Clemente Andrade Aros
– Mario Oyarzún Mancilla
– Edith Serón Contreras
– María Elisia Alvarado Soto

Respetaaaable públicooo!!!

Por Emilio Boccazzi Campos Lunes 4 de Octubre del 2021

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Q

uizás no somos una región donde el circo tuviera tanta presencia en el espacio callejero, como lo tiene en el resto de Chile. Pero sin lugar a dudas, todos conocen o han conocido a corta edad uno de ellos, y todos podrían definir a los actores y actrices más importantes de éstos. Payasos en primer lugar, quizás como los preferidos de los niños, malabaristas para los más osados, animales amaestrados (hoy día muy rechazados por los animalistas), magos o prestidigitadores para los más curiosos, en fin, un abanico de personas y personajes, que claramente y, a la luz de los hechos, se puede efectuar la analogía, con el “Congreso Nacional, el Gran Circo de Chile”.

Con el respeto que la actividad circense se merece, la cual exige método, constancia, práctica, disciplina, el Congreso Nacional en esta última etapa, ha sido un escenario circense, que ha reunido las más variadas expresiones, incluidas las notables excepciones, que en realidad son las menos de las menos.

La variedad de personajes que ha reunido el “hemiciclo” son dignas de pensar en una política de Estado, en que se pueda exportar esta “disciplina” tal cual lo hace Rusia con el circo-ruso, Francia con sus refinados y vanguardistas circos-teatro o China con el gran circo chino pues, las espectaculares volteretas y vueltas carnero de nuestro circo criollo, con sus maniobras distractoras, los saltos al vacío (siempre con red), los ardides y engaños, los fuegos de artificio, las bravatas y golpes como lo practican los payasos y que nos hacen creer en conflictos, los shows multicolores con lanzafuegos, come-vidrios y otras indefinibles acrobacias, son dignas de exportación (ojalá con pasaje sólo de ida).

El número central de la función, ha sido el tema de los retiros del 10%, donde con una generosidad algunes (sic), con una cara de madera otres (sic), han sido como el viejo chiste de Don Otto y el sofá. Todos claros, que el sistema de previsión “no dio el ancho”, en estos 30 años desde su implementación, por el hermano mayor de “Tatán” pero que el liquidarlo, sólo remedia la necesidad inmediata, que todos o la gran mayoría tenemos, pero abre, mientras no se diseñe e implemente un nuevo sistema, un nuevo  forado, que no lo pagará ni Cristo.

La letra chica, como ya hemos aprendido a soportarla como ciudadanos de este país consumista, también llegó a la política y ha estado presente en esta “función especial”. También ha actuado el “Padre Gatica, el que predicó y no practicó”, con su negativa a los retiros, las amenazas a sus partidarios y, su retiro del 10 por ciento, en bambalinas. También, la generosidad para jugar con fondos ajenos, (de todos nosotros), que ha permitido que ellos (los parlamentarios y candidatos a la reelección indefinida) sigan “actuando”. Los que decían que no y ahora dicen que sí. Cambian todo cambia, decía el cantor. Los que amenazaban (Sebastián II), hoy son amenazados con no recibir apoyo de sus partidarios. No estaban a favor de los retiros y ahora que fue pillado, está a favor de retirar todo. ¿Quién entiende?

Y la “función especial del 10 por ciento”, dará lugar y será parte de la “función de fondo, que será la elección Presidencial”, donde todo vale y los principios no cuentan. Pragmatismo puro. Veremos ahora, la voltereta de los grandes (senadores o cenadores), que se engullirán, como “el tragasables” sus posturas serias y concienzudas (de papel). La función del 10 por ciento, será protagonista de la elección presidencial. Letal para algunos o algunas, vivificante y reafirmante para “otres”. Nadie se acordará que el propio Parlamento no ha sido capaz, junto a este chambón gobierno, de dar forma a un nuevo y necesario sistema previsional. Cuatro años perdidos, con la excusa de decir que estamos esperando lo que delibere la Convención Constitucional.

Los más de 5 millones de personas en Chile sin fondos previsionales, que tendrán que optar como único camino a la pensión básica solidaria (que es menos que el sueldo mínimo) y las Fuerzas Armadas jubilando a su gente a los 40 o máximo 50 años de vida (con un sistema de reparto y donde el que menos recibe un millón de pesos) mientras el grueso de los chilenos deben (y deberemos trabajar, si es que tenemos vida para soportarlo) hasta los 70 o más años de edad.

Un sistema haciendo agua, y “los payasos haciendo su agosto”, haciendo campaña con el dolor y la necesidad ajena. Al fin de cuentas, la culpa no la tiene el chanchito sino quien le da de comer. A prepararse para “todo” y para “nada”.

PD: Sr. Kast , ¿no recibió la invitación para reunirse con el Consejo Regional?  o ¿pensó que lo íbamos a agredir? Porque la invitación la recibió como los otros seis candidatos. ¿O no?