¿Por qué está costando tanto llenar las vacantes laborales?
Rolando Martínez
“Pusimos aviso en el diario y nadie se ha presentado a trabajar. Está faltando mano de obra. No ha llegado ningún curriculum”, señala Martín Trebotic, del restorán Damiana Elena, ante la necesidad de contratar personal.
En ello también coinciden Génesis Pérez y Sandra Bórquez, de los locales comerciales Mall Chino y Regalos Betycel, que llevan tiempo con carteles puestos en las vitrinas pidiendo personas para ventas y no han logrado contratar.
“Llevamos meses con el cartel que necesitamos reponedora y ofrecemos sueldo mínimo más horas extras. Han llegado curriculum, pero al llamarlos prefieren otra oferta laboral quizás. Acá podrían ganar unos $470 mil con horas extras”, señala Génesis Pérez.
Sandra Bórquez dice que tienen letreros en los dos locales desde agosto pidiendo vendedora o vendedor, ofreciendo sueldo mínimo y pago de imposiciones aparte, pero no han logrado completar las dos vacantes.
En el último trimestre móvil (junio-agosto) analizado en la Encuesta del Empleo del Instituto Nacional de Estadísticas reveló que hubo 12.577 personas que se incorporaron a la fuerza laboral y con ello contribuyeron a disminuir el índice de desocupación que llegó a 5,7%, demostrando de paso el mejoramiento en la ocupación.
Ello también está reflejado en la percepción de algunos empleadores, pero también se ha visto que no es fácil poder hallar personas para contratar en determinado segmento de oficios de especialidades técnicas o de servicios generales en el rubro del comercio, por ejemplo.
Incluso algunas personas que han sido contactadas por los empleadores ofreciéndoles trabajo han respondido agradecidos, pero que han emprendido nuevos negocios, otros se interesan, pero sin ser contratados, sino ser ocupados de manera informal por temor a perder beneficios como bonos que están recibiendo de parte del Estado y otros, sencillamente, han rechazado las opciones porque el sueldo no les conviene.
La secretaria regional ministerial del Trabajo, Victoria Cortés, admite el aumento en la oferta laboral y lo atribuye también a la mejora en las condiciones sanitarias y al exitoso proceso de vacunación que han contribuido a que la economía se reactive aún más.
“Hemos visto con mucha satisfacción una disminución de la brecha de participación laboral entre hombres y mujeres. La cesantía femenina, que en su peor momento de la pandemia hace un año llegó a su índice más alto en la región -de un 9,7%- hoy está en un 5,6% y mucho más cercana a la de los hombres, lo que demuestra que las mujeres han ido reincorporándose a sus puestos de trabajo”, señala.
Sin embargo, coincide con la percepción de algunos empleadores respecto a la dificultad para llenar ciertas vacantes: “En los recorridos que hemos realizado para difundir el Ife Laboral entre los diferentes empleadores de la zona, efectivamente, hemos constatado que hay muchos a los que les ha costado encontrar personal. Se señala que hay una falta de interés, pero hemos visto que, en algunos casos, es porque se ha pensado, erróneamente, que al tener un contrato formal se pierden algunos beneficios estatales, como el Ife u otros”.
Agrega que por ello en las campañas de difusión han enfatizado en el llamado a la formalización de los trabajadores, insistiendo en que los apoyos monetarios, tales como el Ife, no se verán afectados por un contrato laboral. “Por esta razón, hemos trabajado para que más personas postulen a los subsidios al empleo y, ahora, al Ife Laboral, que es, justamente, un incentivo a la suscripción de un contrato de trabajo y a la formalización laboral de las personas. Esperamos que estos aportes -que, a nuestro juicio, son un real apoyo monetario a las familias y a los nuevos trabajadores- motiven a que más personas puedan sumarse a los puestos de trabajo que hoy se ofrecen”.
Además, junto al Servicio Nacional de Capacitación y Empleo han reactivado varios cursos que por la pandemia quedaron postergados y así generar personas capacitadas en ámbitos que se requieren y lograr una mayor reinserción laboral.