La salud mental es una responsabilidad personal y social

Verónica Aravena Briones/Psicóloga y Psicoterapeuta/Consejería Estudiantil en Salud Mental, Universidad de Magallanes

Durante este mes de octubre se celebra anualmente el Día Mundial de la Salud Mental, lo que en los últimos dos años ha sido de gran relevancia, en consideración de los eventos catastróficos que ha experimentado el mundo entero ante la presencia de un virus mortal para el ser humano y de todo lo que ello ha significado.

Concientizar acerca de la importancia de la salud mental y hacer posible la atención oportuna y de calidad a toda persona que la requiera, ha pasado a ser un objetivo de trabajo prioritario en todo el mundo. Durante la Asamblea Mundial de la Salud realizada en el mes de mayo de 2021, todos los gobiernos del planeta reconocieron la necesidad de ampliar los servicios de Salud Mental  de calidad a todos los niveles.

La salud mental es el fundamento del bienestar individual y del funcionamiento eficaz de la comunidad. Es un estado en el que la persona realiza sus capacidades y puede hacer frente al estrés normal de la vida, trabajar y/o estudiar de forma productiva y contribuir a su comunidad. En este sentido positivo, la salud mental y el bienestar son fundamentales para nuestra capacidad individual y colectiva de pensar, manifestar sentimientos, interactuar con los demás, ganar el sustento y disfrutar de la vida.

Sobre esta base se puede considerar que la promoción, la protección y el restablecimiento de la salud mental son preocupaciones vitales de las personas, las comunidades y las sociedades de todo el mundo.

La promoción de la salud mental consiste en realizar acciones que creen entornos y condiciones de vida que la propicien y permitan a las personas adoptar y mantener modos de vida saludables. Entre ellas hay una serie de acciones que pueden aumentar las posibilidades de que más personas vivan de manera mentalmente saludables.

Dentro de este contexto es que la Consejería Estudiantil en Salud Mental perteneciente a la Dirección de Asuntos Estudiantiles de la Universidad de Magallanes, ofrece un ciclo de talleres dirigidos a todos/as los/as estudiantes que deseen participar, con el objetivo fundamental de propiciar estados de paz y relajación interior, mejorar sus capacidades para hacer frente a las demandas académicas y al estrés vital, incorporar estrategias para elevar sus estados de ánimo, autocuidado y autoestima, así como aprender lo que implica vivir un duelo y cómo transitarlo de modo saludable, todo lo cual se dirige al logro del mejoramiento y/o mantención de su salud mental. Se espera alcanzar una buena convocatoria para la realización exitosa de estas acciones preventivas para la salud mental y se insta a nuestros estudiantes a participar activamente en los talleres propuestos, sumándose así a su propio desarrollo y logro de un estado de bienestar personal que se traduzca en un aporte a la salud integral de la comunidad completa.

Asimismo, dicha Consejería Estudiantil ofrece atención psicoterapéutica a aquellos/as estudiantes que lo requieran y soliciten durante el año académico, entendiendo la psicoterapia como una acción que promueve la salud mental entregando herramientas para aprender a gestionar la propia vida y responder eficazmente mediante estrategias saludables a los desafíos que se presentan en el curso de ésta.

La acción psicoterapéutica es una de las principales formas de cuidar la salud mental, implicando que la persona está asumiendo la responsabilidad de su propio bienestar y está dispuesta a hacer cambios para sentirse bien consigo misma y con el mundo que la rodea, sabiendo que ella misma tiene el poder de hacerlo. Desde la psicología entendemos el bienestar como una posición frente la vida que nos hace sentir con mayor frecuencia emociones positivas, nos conecta de una manera responsable con las demás personas y nos permite tener una vida significativa y satisfactoria.

La Psicoterapia es un proceso de colaboración basado en la relación entre una persona y un/a profesional psicólogo/a. Su base fundamental es el diálogo, proporcionando un ambiente de confianza, aceptación, confidencialidad  y apertura, lo que permite a la persona hablar abiertamente sobre sí misma y lo que le acontece. Así también hace posible cambios congruentes con los objetivos que la persona desea alcanzar  y proporciona orden al caos facilitando la comprensión de ideas y acciones que anteriormente habían sido confusas. Conduce a encontrar alivio psíquico, al capacitar a la persona para afrontar ansiedades y tensiones que antes habían sido evitadas.

El proceso psicoterapéutico ofrece soluciones contundentes asociadas a un verdadero crecimiento interior, siendo un proceso que se lleva a cabo en encuentros semanales por un tiempo no menor a 6 meses implicando dedicación y esfuerzo personal. Constituye una acción necesaria de auto-responsabilidad para el cuidado de la salud mental individual y colectiva en nuestra sociedad, siendo recomendable que todo individuo lo realice por lo menos una vez en su vida.

Asimismo, ofrecer acciones desde diferentes instancias de nuestra sociedad, que promuevan el autocuidado y la mantención de la propia salud mental y la de los demás individuos, pasa a ser una acción tan relevante como entregar atención psicoterapéutica oportuna y de calidad a todos y todas los/as miembros/as de nuestra sociedad.