“Sin verdad, justicia y reparación, jamás se van a cerrar las heridas”
A un día de que se cumpla el segundo aniversario del estallido social, Fabiola Campillai, la mujer que quedó ciega tras recibir una bomba lacrimógena en el rostro por parte de Carabineros durante las protestas que comenzaron el 18 de octubre de 2019, dijo que Chile necesita “verdad, justicia y reparación” para sanar las heridas que dejó la crisis social.
“Sin verdad, sin justicia y sin reparación, jamás se van a cerrar las heridas de la brutal represión que hemos vivido y seguimos viviendo”, señaló ayer en diálogo con el diario El Mercurio la mujer, quien espera el juicio en contra del ex capitán de la policía militarizada Patricio Maturana, acusado del disparo que la afectó el 26 de noviembre de 2019 en San Bernardo.
Aquella noche, Campillai se dirigía junto a su hermana a la paradero del Transantiago para ir a su trabajo como auxiliar de producción en una fábrica alimenticia y, al doblar la esquina de su casa, Maturana le lanzó una bomba lacrimógena que la dejó sin la vista, el olfato y el gusto.
Campillai, hoy de 38 años y candidata a un escaño en el Senado por Santiago, es una de las víctimas más simbólicas de la brutalidad policial que se empleó en Chile para sofocar las manifestaciones y que fue denunciada por organismos como Onu y Amnistía Internacional.
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