Zona Franca de Río Gallegos registra flujo diario de 5 mil visitas a sus 11 locales
Quizás sea imagen del pasado cuando los turistas argentinos, especialmente de Río Gallegos, llegaban hasta la Zona Franca de Punta Arenas a comprar televisores, computadores y otros artículos, especialmente en las vísperas de las fiestas navideñas de fin de año.
El cierre de fronteras por la pandemia ya anticipa este nuevo escenario que ha provocado cierta merma en las ventas de los locales de la Zona Franca magallánica al no tener la presencia de los compradores argentinos, pero ahora se agrega otro factor: la reciente apertura de la Zona Franca de Río Gallegos que ofrece electrónica, electrodomésticos y otros artículos importados para los santacruceños y públicos en general.
A 11 días de la apertura al público de la Zona Franca de Río Gallegos, el flujo de público promedia en unas cinco mil personas cada día, clientes que se desplazan unos 15 kilómetros desde Río Gallegos hacia el ingreso del camino a Punta Loyola, distante a unos 50 kilómetros del paso fronterizo de Monte Aymond.
El recinto destaca por su centro comercial o edificio de módulos con once locales y un patio de comida franquiciado a Helados Tito, una marca tradicional de Santa Cruz.
Francisco Heredia, gerente de London Supply, una empresa con más de 80 años de presencia en la Argentina y dedicada a ser multiproveedora, descarta a priori que la apertura de la Zona Franca de Río Gallegos pueda afectar a la Zona Franca de Punta Arenas, porque siempre los argentinos ven atractivo viajar a Magallanes.
Sin embargo, afirma: “Enriquece a ambas zonas francas. Que podamos ir a Punta Arenas y que los chilenos vengan a la nuestra. Obviamente habrá un reacomodamiento del público. Pero desconocemos cómo será el resultado, pero es probable que mucha gente se vuelque a la Zona Franca argentina en tanto y en cuanto los precios sean atractivos, que en principio lo serían. Al menos el público ha comentado que los precios son atractivos, interesantes”.
Dice que el flujo promedio por día es de unas cinco mil personas. Hay mucha gente que está consultando desde otras localidades argentinas antes de salir a la ruta para ver si pueden visitarla. “Se ha notado un impulso de la hotelería por las visitas. La Zona Franca abre todos los días de 12 a 20 horas, excepto sábado, domingo y feriados que abre a las 11 horas. Es el horario que establecimos y podría modificarse en función de la demanda. Estamos recién viendo las primeras experiencias”, sostiene Heredia.
Polo de economía a Santa Cruz
El ejecutivo destaca que el inicio de esta nueva zona franca la ven como el primer paso para empezar a generar un polo desarrollador de la economía regional de la provincia de Santa Cruz. “Magallanes hace poco más de 40 años dio el mismo paso con la Zona Franca de Punta Arenas. Es como generar un espejo del lado argentino para poder tener una buena organización de comercio internacional entre los dos países”.
Heredia reconoce que antes de llegar a la apertura de la Zona Franca hubo que superar los problemas administrativos: “Había dificultades de zonas grises en la normativa que hubo que definir y bueno el tema fue discutido y ya está definido. Estamos funcionando y operando a full la Zona Franca en la parte minorista”.
Explica que todos los artículos que se comercializan en la Zona Franca de Río Gallegos son importados y lo que han hecho en este primer edificio de módulos es evitar que los distintos usuarios o comerciantes repitan los rubros. Así cada uno explota un segmento en particular con el objeto de disponer la oferta más variada posible.
“La Zona Franca tradicional es la base para contar con la zona franca minorista. Ya en la zona franca tradicional contamos con un depósito público de mil metros cuadrados y además hay diversos proyectos de otros usuarios comerciantes que están trabajando para construir sus propios depósitos y locales”, describe Francisco Heredia.
Interés comercial de chilenos
Consultado si hay interés de empresarios o comerciantes chilenos por instalarse en este recinto, dice que si bien aún no se han instalado hay varios en vías de hacerlo y que por ahora estudian la normativa en la parte minorista y mayorista.
En cuanto a los usuarios mayoristas, dice que pueden emprender negocios muy similares al existente en todas las zonas francas del mundo. “En principio recibir la mercadería sin pagar tributos, irla liberando poco a poco en función de la demanda; también se puede fabricar en la zona franca con la ventaja de importar maquinarias sin tributos y además tener los servicios públicos desgravados dentro de la Zona Franca”.
Compras con tope de US$600
Una de las características que rige para cualquier comprador, sea argentino o extranjero es un tope de compras de hasta 600 dólares por mes. Lo único que se puede hacer, siendo un grupo familiar, agregando a la esposa y si hay niños se puede ir aumentando esa franquicia. Si acude con la esposa accede a 1.200 dólares y los hijos tienen la mitad de la franquicia, es decir 300 dólares al mes. Una familia con dos hijos podría acceder a US$1.800 por mes.
Heredia agrega: “No sabemos porqué se estableció ese tope. Son parte de las disposiciones que llevaron tanto tiempo convenir. Creemos que a la larga será, como es la lógica en todos lados, que hay una cantidad y a partir de allí se abona impuesto, pero se puede acceder a montos mayores. Hoy eso no se puede”.
Para los amantes de los artículos electrónicos y electrodomésticos se están comercializando en general con marcas americanas, pero manufacturadas en Asia.
También se proyecta la venta de vehículos nuevos, cero kilómetros, de origen norteamericano, europeo y asiático de diversas marcas, pero estos aún no están a la venta porque falta afinar algunos detalles de la normativa. “Ya hay algunos vehículos en Zona Franca de algún usuario, pero aún no se pueden comercializar”, dice.
Francisco Heredia puntualiza que hoy visualizan a la Zona Franca de Río Gallegos como una nueva atracción de la ciudad, más allá que un lugar de compra que realmente se convierta en un lugar de paseo y de visita. El tema comercial se desarrolla sólo, por naturaleza.
Consultado si hay restricciones para el turista, dice que son las mismas que rigen para el argentino: los 600 dólares por persona al mes y mostrar las boletas de compra en la frontera.
Nuevas inversiones por venir
Respecto a las opciones que grandes multitiendas presentes en Buenos Aires y que miren la ventaja de instalarse en la Zona Franca en la provincia de Santa Cruz, el gerente de London Supply, Francisco Heredia admite que hay multitiendas que están proyectando instalarse porque han estado a la espera que se habilitara el recinto y monitorear su funcionamiento antes de invertir.
“Con respecto a nuevos módulos hay dos tipos de iniciativas. Muchas de privados que quieren construir sus propias tiendas y por otra parte está el proyecto de ampliar el centro comercial de módulos, ya sea dentro del mismo edificio o construir otro cercano. Estamos llenos de proyectos porque todo estaba un poco aletargado hasta que realmente comenzara la operación y se confirmara el inicio de la Zona Franca”, precisa el ejecutivo.
Admite que el proyecto de la Zona Franca se vio retrasado por la pandemia, pero tampoco hay que soslayar con los cinco años que demoraron las tramitaciones para concretar este recinto.