Proyecto de control y vigilancia de plaga del castor entra en su fase final
F
ue en 1946 que el castor fue traído desde Canadá e introducido en el territorio argentino en la isla Tierra del Fuego con el objetivo de impulsar un criadero y desarrollar una industria peletera. La especie salió de control y su expansión sobrepasó la frontera en dos décadas y pobló el lado chileno de la isla.
Hoy es una plaga que ha provocado serios daños al ecosistema abarcando 27 mil hectáreas y con pérdidas que ascienden a los US$73 millones, al desviar cursos de agua para construir sus represas e inundar vastas zonas boscosas y de turbas.
Ante esta emergencia se impulsó el Proyecto Gef-Castor, apoyado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (Fao) y el Ministerio del Medio Ambiente, que ya entró en su fase final y que ha permitido valorizar estos daños, impactos, y posibles beneficios que la sociedad puede estar percibiendo de la acción del castor.
El tema fue abordado ayer por Eve Crowley, representante regional adjunta de la Fao para América Latina y el Caribe y representante en Chile, al reunirse con el gobernador regional de Magallanes y Antártica Chilena, Jorge Flies, quien se mostró interesado en la estrategia que generará el proyecto cuando llegue a su término.
Al término de la audiencia dijo que este proyecto financiado por el Fondo Mundial de Medio Ambiente ha permitido generar un plan de gestión sobre el castor muy importante y se ha podido generar un plan de gestión sobre la especie exótica muy importante, generándose instrumentos que permiten el control, prevención y vigilancia de la especie.
“Con el gobernador hemos visto un compromiso claro de asumir un liderazgo para la gestión de esta especie y la conservación de los ecosistemas asociados y la biodiversidad de la zona de Magallanes y la Patagonia donde existe esta y otras especies. Tuvimos una conversación sobre la importancia de la gestión entre Chile y Argentina para la conservación de los ecosistemas compartidos entre ambos países. Plagas y enfermedades no reconocen fronteras y esta mirada binacional es fundamental y es parte del proyecto que lideramos”, aseveró.
Dijo que también el gobernador planteó otro tema importante para la Fao como es asegurar una alimentación fresca, saludable y accesible para la población de la zona y el reguardo genético, ver cómo asegurar un banco de semillas y conservación de genética dentro de la zona. “Mostró una visión fuerte asociada con la conservación de los ecosistemas de los territorios y maritorios únicos en esta parte del mundo”, afirmó.
Explicó luego que el proyecto Gef Castor está en su cuarto año y medio y falta aún la mitad del próximo año para su término. Después de ello se entregará al Estado chileno un plan estratégico y de gobernanza, un sistema de información y alerta temprana; manuales de gestión aplicables a distintas realidades territoriales; modelos para proyectar la expansión de la especie y protocolos de intercambio de información a nivel nacional y binacional con Argentina.
El gobernador regional, Jorge Flies, destacó la importancia de proyectar este trabajo conjunto para el control de la plaga para los próximos 25 años y ratificó que el encuentro con Eve Crowley sirvió para ver otros temas emergentes como la puesta en valor de los territorios y su conservación; la dependencia alimentaria y que la región tenga una autoproducción asegurada de hortalizas, como también trabajar en el resguardo genético de especies regionales con un banco de semillas.