Punta Arenas es el primer penal de hombres en Chile en reemplazar centinelas por vigilancia telemática

Terminar con los centinelas cumpliendo guardia al aire libre en las torres de vigilancia, sometidos a bajas temperatura y adversas condiciones climáticas, fue uno de los objetivos a los que apuntó el reemplazo de los funcionarios en esas labores por un moderno sistema de televigilancia en la cárcel de Punta Arenas.

Un centro de operaciones con pantallas gigantes, ultra HD, le permite a los funcionarios a cargo supervisar todo el perímetro de la cárcel con el apoyo de cámaras con tecnología de última generación, incluida visión nocturna, las que fueron instaladas en puntos estratégicos dentro del radio de acción de la cárcel.

De esta manera, la de Punta Arenas se convierte en la primera cárcel de hombres del país en contar con esta tecnología, porque sólo existía una experiencia similar en el centro penitenciario femenino de Arica.

Ministro de Justicia

El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Hernán Larraín Fernández, quiso estar en la inauguración de este proyecto de “Modernización y automatización del cierre perimetral del complejo penitenciario de Punta Arenas”. 

“Esta es la transformación digital más significativa de un penal chileno. Es un orgullo, porque es un modelo que esperamos replicar en todo el país”, indicó.

Resaltó que este sistema otorga garantías de custodia y de seguridad como corresponde al sistema carcelario.

Fin a los centinelas

La inversión ascendió a 453 millones de pesos y, “con este sistema se terminan las torres de centinelas y el trabajo tradicional de ellos que en general es complejo, pero particularmente en Punta Arenas por las condiciones climáticas”, resaltó Larraín.

Además valoró el proyecto de construcción y rehabilitación de módulos de la Sección Femenina del complejo penitenciario local, que cuenta con apoyo financiero del gobierno regional. Con 531 millones de pesos se van a construir módulos exclusivos para mujeres, “con criterio de equidad de género, con centros de educación y trabajo para tener una atención adecuada a las mujeres privadas de libertad y al mismo tiempo trabajar en su reinserción”, mencionó Larraín.