¿Por qué salió la gente a votar?

– Sentir que estaba en juego el sistema democrático parece haber motivado grandemente a quienes no estaban con Kast, permitiendo que se impusiera Boric. Lo cierto es que tanto los plebiscitos de 1988 y 2020 como el balotaje del domingo tuvieron algo en común: épica.

Chile había enfrentado en los últimos años una peligrosa tendencia: la baja participación ciudadana en los procesos eleccionarios.

Una honrosa excepción fue el plebiscito nacional del 25 de octubre del año pasado, en que sufragaron 7 millones 562 mil 173 personas. El 78,27% de éstas se pronunció por la opción del Apruebo y el 21,73%, por el Rechazo. Así, se abrió el proceso constituyente que permitirá que en algunos meses más la Convención Constitucional proponga al país una nueva Carta Fundamental.

Para la segunda vuelta presidencial que se registró este domingo, había inquietud respecto de qué actitud primaría en el electorado, al pasar al balotaje dos candidatos que representaban posturas muy opuestas. Se temía, derechamente, que esto desalentara a los votantes, dado el ambiente de polarización y el hecho de que hubiera una gran cantidad de personas que no se sentían plenamente identificadas con los dos candidatos.

Que aumentara la abstención era, así, uno de los escenarios posibles, pero, por el bien de la democracia, ello no sucedió.

El 21 de noviembre, en la primera vuelta, sufragó el 47,33% de las personas habilitadas para ello. El domingo 19 de diciembre, lo hizo el 55,65%. La votación aumentó, de hecho, en 331 de las 346 comunas del país.

De los 7 millones 115 mil 790 electores que acudieron a las urnas en noviembre pasado, se pasó a 8 millones 364 mil 534 este domingo. Sólo en la Región Metropolitana votaron 551 mil 756 personas más.

¿Por qué aumentó el interés ciudadano por sufragar? Los analistas han vertido diferentes explicaciones, siendo una de ellas el que la misma polarización hizo que los comandos sintieran que había que movilizar a la gente. Una mayor vinculación territorial de ambos candidatos, al incorporar a personas clave como Izkia Siches y Paula Daza, por ejemplo, también habría sido un factor determinante.

Sentir que estaba en juego el sistema democrático parece haber motivado grandemente a quienes no estaban con Kast, permitiendo que se impusiera Boric.

Lo cierto es que tanto los plebiscitos de 1988 y 2020 como el balotaje del domingo tuvieron algo en común: épica.