2022, un nuevo Gobierno y una nueva Constitución

– Más allá de los riesgos asociados a procesos tan relevantes para la vida de los chilenos, este año los gobernadores regionales tendrán un decidido apoyo desde La Moneda, los ciudadanos serán convocados a ratificar el proyecto constitucional en el plebiscito de salida y, desde la Presidencia, se podrá impulsar un camino de transformación estructural inédito en el país.

Dejamos atrás otro año marcado por la pandemia, pero en el que también se fueron tejiendo nuevos entramados sociales y políticos que nos permiten enfrentar con esperanza este 2022.

Seguramente no habrá otro año que haya tenido más procesos eleccionarios como el 2021. Consultas ciudadanas, primarias presidenciales y de gobernadores regionales, elección de convencionales, comicios municipales y, más tarde, renovación de parlamentarios y consejeros regionales. Esto último cruzado por la primera y segunda vuelta en que los ciudadanos acudieron a las urnas para definir al próximo Presidente.

Una Convención Constitucional conformada bajo el criterio de paridad atrajo la mirada de todo el mundo y, tras su difícil instalación, entró en tierra derecha su trabajo de proponer a mitad de año un nuevo texto para la nueva Carta Fundamental. En esta labor hay comprometidos cinco representantes de Magallanes (la mayoría mujeres) y, por primera vez, dos de ellas llevando la voz de los pueblos originarios yagán y kawésqar.

En marzo, asumirá la Primera Magistratura el magallánico Gabriel Boric, encabezando un gobierno que tiene sobre sus hombros las demandas y esperanza de la gente. No será fácil. Se trata del Presidente más joven que tendrá el país y que deberá tener la capacidad de articular acuerdos, más allá de las fuerzas que le entregaron el respaldo inicial. Con un Congreso en que la derecha tiene gran representación, será crucial el diálogo, a fin de no caer en una suerte de inmovilismo.

Más allá de los riesgos asociados a procesos tan relevantes para la vida de los chilenos, este año los gobernadores regionales tendrán un decidido apoyo desde La Moneda, los ciudadanos serán convocados a ratificar el proyecto constitucional en el plebiscito de salida y, desde la Presidencia, se podrá impulsar un camino de transformación estructural inédito en el país.