Necrológicas

– Ema Santana Santana

– Rolando Barozzi Grandi

– Walter Douglas

En pasajes Millaray y Agua Fresca

Dos familias vecinas que lo perdieron todo en la población Santos Mardones apelan a la solidaridad

Miércoles 12 de Enero del 2022

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l infierno que se desató la noche del lunes en la población Santos Mardones, dejó consecuencias visibles en los pasajes Millaray y Agua Fresca, donde tres viviendas sufrieron importantes daños, tras el enorme incendio que además, se intensificó con el intenso viento de las últimas horas. En horas de la mañana, el shock era evidente en quienes vivían en las casas afectadas, mientras removían los escombros para tratar de rescatar algo.

Ariel Coronado vivía en una de las casas incendiadas en el pasaje Millaray, producido, al parecer, por la inflamación de un calentador de tiro balanceado en el hogar signado con el número 578, que produjo unas llamas que ni el cortafuego impidió su propagación. En una de ellas vivía él y fue, a la postre, la menos perjudicada. Pero al lado vivía su hermana. “Mi mamá Herta Bórquez fue por muchos años suplementera de La Prensa Austral, ella compró la casa y falleció el 17 de febrero de 2021. Yo vivía en una casa y en la otra, mi hermana y su esposo. Por suerte, estamos todos bien, salvo por el shock, pero no tuvimos heridos ni lesionados, así que por lo menos, algo positivo. Lo que más se requiere ahora es echar abajo todo, necesitamos una batea para retirar los escombros”, indicó Coronado, cuyo número es +56 9 57616233 y que también pidió ayuda para alimentar a los tres gatitos que lo acompañaban en su casa.

Quienes sufrieron las peores consecuencias por este siniestro fueron quienes habitaban dos casas de dos pisos, en el pasaje Agua Fresca, una de ellas con el número 577. Allí vivía una familia numerosa, que pudo rescatar ropa, pero no salvar las habitaciones que daban al patio de las primeras casas incendiadas. El cambiante viento fue clave en el éxito de las llamas, que destruyeron gran parte del segundo piso.

Hilda Andrade es una de las dueñas de casa., señaló que en la construcción “vivían todas mis chicas acá, nietos, todos chiquititos. Mi hijo fue a botar lo que se perdió. Lo que más necesitamos es cama, porque se quemaron”. A su lado, su hija Claudia Alvarado indicó que “aquí vivían cinco personas, y al lado, cinco igual. Gracias a Dios nadie resultó lesionado. Lo que necesitamos son camas, colchones, ropa, algunas planchitas para reconstruir, bueno, lo que pueda la gente, si uno no se puede poner a exigir tampoco, lo que se pueda es bien recibido”, expresó Andrade, que puso a disposición el número +56 9 67198401 para obtener ayuda de parte de la comunidad.

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