Silencioso cambio
Muy silenciosamente y sin que nadie se percatara la delegada presidencial, Jenniffer Rojas, y equipo se mudaron con camas y petacas a la llamada Casa de los Intendentes que se ubica entre la iglesia Catedral y el Palacio de la Gobernación Regional de Magallanes y Antártica Chilena, frente a la plaza de armas Muñoz Gamero.
Más de un cuestionamiento había surgido entre octubre y noviembre del año pasado cuando se supo que la Casa de los Intendentes era pretendida para ser sede de la delegación presidencial. Ello, porque se pensaba que el edificio, que en el pasado fue residencia de los gobernadores e intendentes, no podía ser destinado para oficinas. Pero, al estar en poder del Ministerio del Interior, era obvio que la delegada presidencial podía hacer uso y para ello esperó que terminaran los trabajos que estaban en manos del Mop para apurarse e instalarse.
Pocos repararon en el traslado y quizás la fotografía difundida en la semana con el desayuno ofrecido a estudiantes que obtuvieron altos puntajes en la Prueba de Transición para la Admisión Universitaria demostró que la delegada ya está instalada allí.
El uso para estas oficinas seguramente fue conversado previamente por la misma delegada presidencial con el gobernador regional, Jorge Flies, ya que el arriendo de las oficinas de la delegación presidencial en calle Roca expiraba en diciembre o de lo contrario la delegada presidencial habría terminado atendiendo en algún colegio.