Necrológicas

Alcances y expectativas de la Declaración de Punta Arenas

Por La Prensa Austral Viernes 21 de Enero del 2022

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  • Tan ambiciosa meta, en su formalidad, fue rubricada con las firmas de los pronto salientes ministros de Ciencia, Andrés Couve; del biministro de Minería y Energía, Juan Carlos Jobet, y del gobernador regional Jorge Flies

El jueves, con mucha solemnidad, en el mirador del cerro de la Cruz, se estableció el compromiso de convertir a Magallanes en un polo de desarrollo integral que, a través de la investigación y la innovación, propenda  a mejorar la calidad de vida de la población, incorporando, de esta manera, al país a la sociedad del conocimiento. Llamada como la Declaración de Punta Arenas, sus bases son valores y principios como la sustentabilidad, la inclusión, la equidad de género, la transparencia, la solidaridad y colaboración pública y privada, tanto nacional como internacional.

Tan ambiciosa meta, en su formalidad, fue rubricada con las firmas de los pronto salientes ministros de Ciencia, Andrés Couve; del biministro de Minería y Energía, Juan Carlos Jobet, y del gobernador regional Jorge Flies.

Más allá de la retórica, lugares comunes y palabras de buena crianza que suelen abundar en este tipo de ceremonia, y que el paso del tiempo se encarga de evidenciar cuán lejos llegan los afanes esbozados, en términos concretos, la firma de esta declaración incluye el denominado Compromiso Polo Austral, a través de talleres y seminarios que se organizarán para el primer semestre de 2022 por parte del gobierno regional, con el apoyo del Ministerio de Ciencias. Fundamentalmente, para nuestra zona, además de desarrollar acciones que vayan en beneficio de las personas, éstas deberán ayudar a promover y difundir las características específicas de las regiones australes, creando conciencia respecto del cuidado del territorio, los mares patagónicos y antárticos y sus hielos.

Para el titular del Ministerio de Ciencias, Magallanes  ofrece múltiples posibilidades para la investigación en ecosistemas, cambio climático y temas antárticos, y que este conocimiento pueda ser transferido al sector productivo, energético, alimentario y turístico. Sin duda, un proyecto edificante.

A priori, el propósito de instalar a Magallanes con todo su potencial -léase recurso humano y natural- como una región de ciencia mundial, por cierto que suena halagüeño y promisorio, pero tales intenciones tendrán que fidelizar y seducir a quienes, primero, deberán demostrar voluntad política para plasmar en hechos lo firmado en un papel y, segundo, no menos significativo, destinar los recursos necesarios para su andar.