“Me parece que hay una sobrepoblación de radios en Punta Arenas y al mercado le va a costar mantener esa cantidad”
El financiamiento, los desafíos tecnológicos y el desarrollo de las emisoras
locales, son parte de las conversaciones que sostuvo en su paso por la región.
Pasan los años, cambia la tecnología y la radio sigue ahí, informando, quizás con otros formatos y plataformas, pero siempre está. Y eso que le ha salido competencia y harta, en los últimos años. Pero ya sea en casa, en el auto, o en el transporte público, siempre estará sonando. Sin embargo, la tecnología y la inmediatez han puesto nuevos desafíos al mundo radial, los que el presidente de la Asociación de Radiodifusores de Chile, Archi, Eduardo Martínez Espinoza, reconoce y tiene muy claros.
A la cabeza de la entidad desde hace cinco años, ha visto cómo las comunicaciones han cambiado, quizás mucho más de lo que imaginó en algún momento. “Me parece que hay una sobrepoblación de radios en Punta Arenas y al mercado le va a costar mantener esa cantidad y como Archi, estamos muy preocupados de poder entregar las herramientas que les permitan sacar rentabilidad cada una de las actividades económicas que realizan, así como apoyarlos a través de nuestra forma de conseguir financiamiento, tanto público como privado con Radios de Chile, que es nuestra agencia de publicidad en regiones; y a través de la manera de ir mejorando la calidad técnica, mediante nuestras compras asociativas que son precios muy baratos para las radios en cambios tecnológicos. Y ver cómo perfeccionamos locutores, radiocontroladores, el trabajo de prensa radial, que tiene una lógica distinta a la prensa televisiva y de diarios; todo eso hay que trabajarlo para tener un mejor producto y más rentabilidad”, resumió sobre su visita.
Como asociación gremial cuentan con 1.800 socios, que implican cerca de 2.300 radios en el país, que usan el espectro radioeléctrico. “Tenemos una duda y la hemos manifestado a la Subsecretaría de Telecomunicaciones, que nos parece que no solamente es necesario que exista espacio en el dial para otorgar concesiones de radio, sino que también debiera tener una lógica economista en que, por ejemplo, Natales tiene 21 mil habitantes y diez radios locales; es imposible que se puedan autofinanciar y crecer como producto y oferta comunicacional. Si se suman las que tienen repetidoras, son treinta, es una exageración”, describió Martínez, para quien es contraproducente tener muchas radios en ciudades pequeñas ya que “eso es repartir pobreza y no es una fuente laboral, y necesitamos que las radios sean más fuertes económicamente”.
Una realidad actual es que muchas radioemisoras que antaño tenían identidad, ahora solamente arriendan espacios para poder mantenerse. Para Eduardo Martínez, ello se debe a la precariedad económica del sector. “Una de las mejores maneras de defender la prensa libre y la libertad de expresión, es darle fortaleza económica a los medios; no existe libertad de expresión con medios sometidos económicamente, tanto al alcalde, gobernador o presidente de turno”. Igual esta precariedad ha dado pie a la aparición de mecenas, que se adueñan de una radio para manejar su línea editorial y los contenidos que se pueden o no abordar y de qué manera. “No es ilegítimo, pero no es el ideal de los escenarios. Lo ideal es que tengamos radios comunicacionalmente muy fuertes, no sólo periodística, sino de opinión, cuyo consumo es mayor; la opinión, el comentario, el análisis, en una ciudad como esta hoy tenemos la posibilidad de hacerlo. Soy de la idea que las ciudades deben ser la levadura de cada ciudad. Los medios locales son muy relevantes para su desarrollo y ojalá la autoridad política que asuma el 11 de marzo lo entienda de la misma manera”.
Finalmente, el presidente de Archi reconoce que una de sus grandes preocupaciones es la multipropiedad de las radios: “Somos partidarios que tengan muchos dueños, porque lo que se logra con eso es que nos autorregulamos. Creemos que todos tienen la opción, dentro de la legalidad, de poder tener una frecuencia de radio. Está difícil sacar radios ahora, porque hay menos espacio en el dial. En Punta Arenas, no queda nada, el problema es que no da más, hay uno que podría ampliarse, que es la banda china y que podría ampliarse, que va desde el 86 al 88 y que va a dejar abandonado la televisión analógica cuando pase toda a digital en dos años más. El problema es que en Chile no hay receptores para escuchar esa banda. Ahora, hay muchas formas de hacer radio y creo mucho en el podcast. Ejemplos en España, Estados Unidos abundan, de gente que viven del podcast. Y el mundo de la AM tiene que darle mucha fuerza a lo digital, a las aplicaciones en celulares y transmisión vía Internet, y de esta forma, se equipara la cancha”, finalizó.