En 26 hogares hay niños y niñas que perdieron a sus padres por el Covid-19

• Los adultos mayores son los que han sacado la peor parte de la pandemia.
• “El número de menores en esta situación (huérfanos) es alto -reparó la subsecretaria de la Niñez, Blanquita Honorato-… Implica no solamente que quedan con marcas, sino que muchas veces terminan desprotegidos en lo económico y la mayoría de las veces a merced de otros familiares, que nunca es lo ideal”.

A casi dos años del primer caso de coronavirus, uno de los indicadores que más duele es la de los fallecidos por esta causa. La muerte llega tan intempestivamente como la despedida de los seres queridos y es que no existe, y no es permitido, el espacio para velar y hacer un funeral, que quizás en otro momento se hubiese preparado.

La contención, el aislamiento y los cuidados exigidos por las autoridades a cargo no permiten que las familias los acompañen en el hospital mientras las personas son atendidas. Por ello, el temor es grande cuando se deja a un familiar o amigo en estas circunstancias, pues existe la posibilidad de no verlo nunca más.

Nunca es fácil la partida de un ser querido, pero perder a tus padres siendo un niño es tal vez uno de los duelos más grandes, pues les cambia la vida radicalmente y, muchas veces, quedan en la desprotección. Este es el caso de 26 hogares en Magallanes, donde hay niños con padres o madres fallecidos por Covid, entre el 1 de enero de 2020 y 30 de septiembre de 2021.

Esto fue informado por el Ministerio de Desarrollo Social, entidad que indicó que, al 30 de septiembre de 2021, había 2.787 hogares con hijos que tienen una madre o padre, o incluso ambos, fallecidos por Covid-19, lo que corresponde a 3.893 niños, niñas y adolescentes en esta situación.

Una realidad que duele y que además representa un 37% respecto a cifras de julio del año pasado, cuando 2.029 hogares habían sufrido una pérdida. Actualmente, según la Calificación Socioeconómica del Registro Social de Hogares, un 77,3% de ellos está en el 40% del sector más vulnerable del país.

En una entrevista a La Tercera, Blanquita Honorato, subsecretaria de la Niñez, sostiene que el número de menores en esta situación es “es alto, de hecho, corresponde al 25% de los niños que se han quedado huérfanos en el último tiempo. Implica no solamente que quedan con marcas, sino que muchas veces terminan desprotegidos en lo económico y la mayoría de las veces a merced de otros familiares, que nunca es lo ideal”.

En efecto, junto con el fallecimiento de sus padres o alguno de ellos, muchos niños y adolescentes también han tenido que enfrentar los problemas socioeconómicos que conlleva esta situación. En este contexto, la Cámara de Diputados aprobó durante la semana pasada, de manera unánime, un proyecto de ley que le entregará un apoyo en dinero a cada uno de los menores que haya perdido a sus familiares más directos durante la crisis sanitaria.

Más de 533 fallecidos
en pandemia

En Magallanes murieron 533 personas por Covid. Esta es una de las cifras más complejas y dolorosas de la pandemia y es que, detrás de este indicador, hay personas, familias que lloran la pérdida de un ser querido. Además, son personas que murieron en soledad, debido a las restricciones sanitarias que ha impuesto la pandemia en relación a las visitas de familiares, así en sus momentos más complejos han sido los funcionarios de Salud los que han asumido este rol. El funeral también está sujeto a las restricciones sanitarias.

El seremi (S) de Salud, Eduardo Castillo, comentó que son los adultos mayores y los enfermos crónicos los que han sacado la peor parte de la pandemia, son quienes han enfermado más graves y los que han fallecido. “Hoy quienes más se agravan son pacientes con enfermedades de base, por ejemplo, cáncer en etapas muy avanzadas. También hemos vivido el fallecimiento de personas, con obesidad o diabetes, pero que al no tener sus vacunas se enferman de un modo más grave”, comentó.

En Magallanes, uno de cada dos personas que han muerto por esta causa tiene más de 70 años. Además, en septiembre, uno de cada cuatro fallecidos fue un adulto mayor que vivía en hogares o residencias. No obstante,  ésta es una enfermedad grave que también ha causado la muerte de personas jóvenes.

“Esperamos poder contener la pandemia y, para ello, necesitamos que las personas estén vacunadas. Pero, sabemos que como comunidad vamos a tener que convivir con las consecuencias sociales de la pandemia, incluso mucho después de los casos sociales”,
concluyó.