“Austros y Maravillas”, Claudio Urrea Robin
Este es el primer libro de Claudio Urrea Robin, escritor nacido en Temuco, pero “adoptado” por la Patagonia desde hace ya tres décadas. En la contratapa nos encontramos con las palabras del crítico literario y poeta Marino Muñoz Lagos: “Claudio Urrea nos trae una poesía con páginas de metales, de alhelíes, de luciérnagas. Los traen sus bolsillos de magia, donde todavía guarda los tambores de un pasado que se apaga”. Pensamos que con lo anterior está todo dicho, pero Urrea nos ha acercado sus versos para compartirlos con nuestros lectores de esta página dominical.
El texto se divide en cuatro secciones: “Sueños y reflexiones”, “Invierno y otoño”, “Patagonia y etnias australes” y “Homenajes”, con veintisiete, once, catorce y dos poemas respectivamente, todos en verso libre.
En las dos primeras secciones el hablante lírico se expresa en primera persona y entonces encontramos, entre otras cosas: la infancia, los trenes, el bosque, los árboles, la noche, los crepúsculos, la muerte, el invierno, los personajes de oficios ya extintos, los sueños o la lluvia (“La lluvia, sólo la lluvia nos regala secretos de otro tiempo”). Todo es recuerdo y nostalgia en el poeta, la lejanía temporal y geográfica lo hace añorar su tierra de origen -en este caso la Región de La Frontera- y el tiempo que se fue (¿para siempre?) llevándose aquellas pequeñas felicidades que el autor clama que vuelvan en días nuevos: “…Con un trazo de mi pluma quisiera cambiarlo todo!”/ Que los rostros de los niños vuelvan a sonreír/ que ahoguen sus penas/ que se rencuentren con los brazos/ que eleven sus cuerpos al aire como un velo de volantines/ …Tiempo nuevo, donde vuelva a brillar la equidad y la tierra se tiña de frescura!”. Urrea evoca aquello que Jorge Teillier denominó “La Edad de Oro”, piedra angular de la poesía lárica; expresión o clasificación literaria -esta última- que se atribuye al mismo Teillier, a partir de la publicación de su ensayo “Los poetas de los lares. Nueva visión de la realidad en la poesía chilena” (1965) en el cual sistematiza y teoriza lo inherente a este movimiento que va al rescate del paisaje, del hogar, de los pueblos de provincia, de lo humano.
En gran parte de la segunda sección el poeta toma cierta distancia y en algunos casos interpela y en otros se expresa en tercera persona en actitud enunciativa, amalgamando la alegría que le provoca la belleza del paisaje, con el dolor por el sufrimiento de los habitantes originarios. Refiere a un territorio que originalmente no es el suyo y lo hace con respeto y humildad: “Hermano del austro/ permíteme extender mi canto/ al límite de lo sagrado/para reparar la Paz quebrantada”. El objeto de sus versos son el paisaje con su flora y su fauna, todo ello en tiempo presente: “La nieve va buscando/ en el canto del caiquén/ el embrujo de la pampa/ en sus perpetuas auroras/ de círculos blancos”. En esta sección el autor también canta a nuestras etnias originarias y algo de poesía lárica se desliza entre sus versos, como por ejemplo en “Nómades del mar” dedicado a los Kawésqar o Alacalufes: “Volveremos a encontrarnos/ en el vasto horizonte/ en los insondables laberintos oceánicos/ en el bosque de luz y sombra/ en las rocas de Fuego algún día!/ de otro tiempo!”.
En la última sección Urrea saluda a Gabriela Mistral y a su coterráneo Jorge Teillier: “Jorge, amigo poeta, siento que en algún lugar remoto/ pronto nos encontraremos/ y volveremos a ser lo que siempre fuimos…/ Hijos de las Araucarias!/ gotas de rocío/ SUEÑOS COMPARTIDOS”. Hermosas palabras para Teillier, aun cuando creemos que el solo título del libro -desconocemos si intencionadamente, o no- es un homenaje al poeta de Lautaro y su obra clave “Muertes y maravillas”.
“Austros y Maravillas” nos regala nostalgia y esperanza de días mejores; poesía cristalina -sencilla y a la vez profunda- sin pretensiones vanguardistas ni acrobacias lingüísticas, que nos invita a viajar en esos trenes que se niegan a lanzar el último pitazo y que avanzan sobre rieles desteñidos por el recuerdo con destino a estaciones desconocidas y fantasmales. Un poemario muy bien construido con historias de la infancia y la provincia y que también nos ilustra sobre la majestuosidad de nuestra Patagonia, con sus imponentes paisajes y sus heridas abiertas.
Claudio Urrea Robin nació en Temuco y vive en Punta Arenas, ciudad donde ejerce su profesión de Médico Cirujano.
“Austros y Maravillas”, Claudio Urrea Robin -1ª edición- Primeros Pasos Ediciones (que actúa como impresor) Rancagua, Chile, 2021; 93 pags.
Bibliografía de apoyo (disponible en internet):
- Teillier, Jorge; “Los poetas de los lares. Nueva visión de la realidad en la poesía chilena” (1965).
- Traverso, Ana; “Lo lárico y la recuperación de la historia” (2004).
- Traverso, Ana; “Vista de Discusión del concepto de poesía lárica” (2001).