Faro Punta Dungeness, 123 años iluminando el Estrecho
En 1837 el Presidente José Joaquín Prieto autorizó el primer faro chileno, construido en Valparaíso, medida transcendental que permitió a los fareros chilenos llegar a prestar un servicio fundamental para la ayuda de la navegación con alta capacidad técnica y tecnológica. Pasarían casi seis décadas hasta que se construyera finalmente el faro que ilumina la boca oriental del estrecho de Magallanes, dando de cierta manera hoy la bienvenida a aquellos que tras 501 años vuelven a surcar la ruta que Hernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano trazaran como parte de la primera circunnavegación del mundo.
El estrecho de Magallanes es una de las rutas más importantes para unir los océanos Pacífico y Atlántico, de esta manera se desarrolló hace más de 123 años el balizamiento del Estrecho, el que consideró la construcción de 7 faros de gran envergadura. Dichas señales, de estilo inglés y de una gran belleza arquitectónica, fueron construidas y supervisadas por el ingeniero escocés George Slight.
Por lo cual el faro instalado y en pleno funcionamiento en la Punta Dungeness, es la luz que guía a las naves que ingresan al Estrecho por la boca oriental del paso bioceánico o que navegan en dirección al Océano Atlántico después de haberlo cruzado, de la mano de un práctico, desde las aguas del Pacífico.
Los trabajos para su construcción se iniciaron el 10 de junio de 1897, a cargo del ingeniero Alan Brebner, por medio de contratistas, quienes lo entregaron sin terminar, por lo que hubo que concluirlos con personal de la Armada de Chile.
Su inauguración se produjo el 20 de febrero de 1899 a escasos días del “Abrazo del Estrecho” entre los presidentes de Chile y Argentina, acto que daba fin a una fuerte disputa diplomática entre ambos países. De esta forma el Faro “Punta Dungeness” es parte de una historia que involucra tres siglos, prestando valiosos y vitales servicios a la navegación por aguas que muchos califican como “peligrosas”, tanto por las corrientes marinas como por las condiciones climáticas que imperan en el área.