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– Elsa Elgueta Saavedra

– Silvia Gajardo Alarcón

– Manuel Jesús Aguila Aguila

Residuos hospitalarios se disparan en pandemia

Jueves 10 de Marzo del 2022

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Con la irrupción del coronavirus la atención de todo el mundo se concentró en el temor a los contagios y la enfermedad. Sin darnos cuenta, durante más de un año, mascarillas, hisopos nasofaríngeos, mascarillas y guantes se empezaron a desechar por montones. Si a todos estos elementos, que hoy consideramos cotidianos, les sumamos los ya habituales residuos que se recogen a diario en los recintos de salud del país, la imagen puede ser abrumadora.

Con la mayor presión asistencial que debió enfrentar el sistema sanitario, la recolección de Residuos de Establecimientos de Atención de Salud
(Reas) es una montaña que no para de crecer y es por ello que se ha transformado en uno de los aspectos claves del manejo de la pandemia. 

En el Hospital Clínico, la recolección de desechos está a cargo de alrededor de 75 funcionarios, que pertenecen a dos empresas externas, y que deben cumplir turnos, de manera que están siempre trabajando y una periodicidad de retiro, así estén vacíos. A ellos se suman las empresas que trasladan los residuos hasta el lugar de su disposición final.

Elizabeth Cárcamo Ascencio, prevencionista de riesgos del centro asistencial, detalla que en el recinto de salud existen tres tipos de residuos: domiciliarios, que son los que hay en cualquier casa; los respeciales que son sangre, material cortopunzante, elementos de protección personal y residuos biológicos, salvo los residuos patológicos que son las partes del cuerpo que se extraen que (éstas se incineran en el crematorio del cementerio). Finalmente están los desechos peligrosos (químicos inflamables o corrosivos, tóxicos). Para ellos hay un plan de manejo y de almacenamiento en bodegas que fue autorizado por la seremi de Salud. 

Así la profesional explica que en el retiro de los residuos participan dos empresas, una de aseo Quemanta y una empresa de recolectores Epsa. La primera retira los residuos desde los distintos servicios a un almacenamiento transitorio (un contenedor de 120 litros). Desde el almacenamiento participa la empresa Epsa, por medio de los recolectores, que trasladan los residuos por medio de contenedores con su bolsa y todo, y lo llevan a las bodegas de almacenamiento”. El proceso termina cuando las empresas recogen los residuos domiciliarios, y los trasladan al vertedero. Estos desechos especiales también van al vertedero, aunque con un manejo especial en una zanja y los residuos peligrosos se van de la región porque en Magallanes no hay planta de tratamiento.

Incremento

En pandemia hubo un incremento de los residuos especiales. Crecieron casi un 200% durante 2020 y más de un 400% en 2021. En kilos, son 196 mil kilos en 2020 y el año 2021 fueron casi 460 mil kilos. “Debido a la pandemia se ha evidenciado este importante crecimiento, porque los elementos de protección personal se consideran residuos especiales, porque pueden contener uno o más agentes que pueden causar enfermedades”, aportó la prevencionista de riesgos, quien agrega que todos los desperdicios de las áreas clínicas se desecha como especial. 

A nivel nacional, la generación de residuos especiales (que contienen o pueden contener agentes patógenos en cantidades suficientes como para causar la enfermedad), creció en un 106% y los residuos peligrosos (cuyo manejo representa riesgos para la salud pública y/o efectos adversos al medio ambiente, y que presenta alguna de las siguientes características de peligrosidad: toxicidad, inflamabilidad, reactividad y corrosividad), aumentaron en un 19% durante 2020 respecto del año anterior.

Otro de los temas, dice relación con el manejo de material cortopunzante, agujas, bisturí, se considera especial y va en unas cajas especiales, que se llenan a las tres cuartas partes y ahí se retiran, y se eliminan como especial. 

El subdirector de Operaciones del Hospital Clínico, Luis Leiva Cofré, planteó que este es un trabajo muy complejo que involucra una capacitación permanente de todos los funcionarios, que son quienes tienen el origen de la capacitación del residuo. “Se busca que el trabajador tenga el menor contacto con los residuos por su propia seguridad, acá la educación es lo principal y acá hay charlas permanentes”. 

Elizabeth Cárcamo agrega que dicho recinto de salud es un “hospital verde y saludable”, lo que implica que debe cumplir con varios aspectos, entre ellos el reciclaje. Así en el principal centro asistencial se reciclan 18 mil kilos de cartón y de pilas que se reciclan con Edelmag, también se recicla el vidrio. 

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