Soluciones distintas para los mismos problemas
La administración del Presidente Gabriel Boric ha definido una agenda que comprende los siguientes aspectos: reforma tributaria; pandemia y vuelta a clases; reactivación inclusiva; trabajo docente y seguridad social; crisis climática y crisis hídrica; feminismo, disidencia y cuidados; déficit habitacional y ciudad; gobernabilidad y territorios y justicia, reparación y derechos humanos.
Se puede apreciar que existen temas que no han sido determinantes o prioritarios en el pasado, en cuanto a: la pandemia, naturalmente porque es primera vez que se debe asumir una contingencia como esta; feminismo, disidencia y cuidados, ámbito que se ha colocado en la esfera de los asuntos más trascedentes para la nueva administración; reactivación inclusiva es otra mirada que da cuenta del fuerte contenido social y plural que imprime la nueva administración en su gestión. Para todos ellos existen un camino ignoto que requiere ser descubierto y recorrido en la generación de soluciones y aportes para conducir la vida en sociedad con una eficiencia distinta del Estado y con una mirada más plena de la sociedad.
Pero, la reforma tributaria, el trabajo docente y seguridad social, crisis climática y crisis hídrica (en menor medida, por cierto), déficit habitacional y ciudad, gobernabilidad y territorios, así como justicia, reparación y derechos humanos son temas que siempre se han planteado como aspectos esenciales de un programa de gobierno, como problemáticas que requieren preferentemente una atención desde el día uno hasta el término del gobierno por cuanto se trata de aquellas que afectan de un modo especial y más profundo a la sociedad, por lo cual debemos concluir, necesariamente, que nos encontramos con los mismos problemas que arrastramos desde hace tiempo.
De este modo, entonces, pretender aplicar a los problemas o desafíos enunciados, (si se quiere dar un carácter proactivo o positivo a la mirada), las mismas soluciones del pasado es muy probable que conduzca a los mismos resultados que no han sido del todo exitosos en los gobiernos precedentes. Es aquí donde se requiere la frescura, la creatividad, el espíritu y alma crítica de la juventud que ha accedido a la primera magistratura, pues en ellos está generar ideas frescas y eficientes que permitan enfocar el problema de un modo tal que no dejemos personas o situaciones fuera de las posibilidades de solución; en el mismo sentido son los jóvenes gobernantes los que deben buscar, una vez identificados íntegramente los diferentes aspectos que componen el desafío, las soluciones más pertinentes y completas con la mirada de quienes saben que el sistema no ha funcionado con la urgencia que se requiere.
Si los problemas son los mismos en los últimos gobiernos y entendemos que los gobiernos han intentado aplicar las soluciones que estimaron pertinentes, en su momento, debemos asumir que éstas no pueden intentar aplicarse nuevamente.
Un buen punto de partida para enfrentar los mismos problemas de siempre radica en generar soluciones nuevas, diferentes a las intentadas, pues lo que ya está claro es que las soluciones de antaño no fueron suficientes, justas y completas.