Refuerzan integración patagónica
- Conocida es la numerosa presencia de chilenos (y de sus descendientes) en la Patagonia argentina, compatriotas que, por diversos motivos, decidieron hace ya muchos años radicarse en el vecino país.
En su primera gira internacional a la República Argentina, el Presidente Gabriel Boric y su par trasandino Alberto Fernández, firmaron una declaración conjunta de 52 puntos, en los cuales se comprometieron a concretar acciones para revitalizar las relaciones entre ambas naciones, destacando la reactivación de encuentros bilaterales.
En temas de integración, los líderes apuntaron a “avanzar en la normalización del funcionamiento de los pasos fronterizos a la brevedad posible” tras la pandemia del Covid, apuntando a la importancia de mejorar la infraestructura vial y fronteriza del Paso Sistema Cristo Redentor, así como de normalizar su funcionamiento bajo la modalidad de control integrado. La idea es “agilizar la logística y operatividad del mismo, y en tal sentido, celebraron el inicio de las obras de Ampliación del Túnel Caracoles en el sector argentino, constituyendo ésta la primera etapa de la modernización integral del sistema”. En la misma línea, destacaron la relevancia de “agilizar y facilitar la conectividad de la provincia de Tierra del Fuego, Antártica e islas del Atlántico Sur y de la Región de Magallanes. Al respecto resaltaron la necesidad de implementar el sistema de control integrado en el paso fronterizo internacional de San Sebastián”.
Conocida es la numerosa presencia de chilenos (y de sus descendientes) en la Patagonia argentina, compatriotas que, por diversos motivos, decidieron hace ya muchos años radicarse en el vecino país. Por el contrario, si bien en Chile constituyen la principal inmigración, todavía la cantidad de argentinos en nuestro territorio es sustancialmente menor. No obstante, cabe esperar un progresivo incremento en la población de emigrantes del vecino país, tal como ha venido ocurriendo en los últimos años.
El proceso integrador entre Chile y Argentina es irrefrenable, acorde con los desafíos que impone la modernidad, entendiendo en ésta que una de las bases del desarrollo de los países es la complementariedad en las más diversas áreas.
En este sentido, por tanto, es vital la apertura y la facilitación en todo ámbito, especialmente en lo que concierne al tránsito de las personas -chilenas, argentinas o de otras nacionalidades- a través de los pasos fronterizos. Porque al fin de cuenta, la efectividad de la integración comienza a verificarse en el simple acto de traspasar la línea divisoria.
Es deber de las autoridades de ambos países procurar que el estrechamiento de lazos no quede sólo en buenas intenciones y tome la forma de acuerdos prácticos que, de verdad, hagan honor al espíritu integrador, avanzando de antemano, en la pronta reapertura de los pasos fronterizos que ya completaron dos años cerrados a causa de la pandemia.