Entre amenazas de muerte e insultos remueven estatuas de soldados confederados en EE.UU.
Desde que su empresa comenzó a quitar legalmente las estatuas de soldados confederados, polémicos símbolos del pasado esclavista del sur de Estados Unidos, en la ciudad de Richmond, Virginia, Devon Henry siempre lleva una pistola consigo.
Ante los comentarios violentos vertidos en los últimos dos años, “me rehúso a bajar la guardia”, dice a la AFP el empresario afroestadounidense.
Le han llovido amenazas de muerte, insultos racistas e intimidaciones desde el 1 de julio de 2020, cuando este contratista y su equipo desmontaron su primera estatua, un monumento al general Thomas “Stonewall” Jackson, figura de las fuerzas confederadas y proesclavistas durante la Guerra Civil de 1861 a 1865.
“Para mí, la remoción fue similar a la caía del Muro de Berlín”, dijo el alcalde de Richmond, el afroestadounidense demócrata Levar Stoney.
El alcalde usó sus poderes excepcionales durante el verano de 2020 para impulsar el desmantelamiento de las polémicas estatuas mientras el país vivía una protesta sin precedente contra el racismo tras la muerte de George Floyd, un hombre negro asfixiado por un policía blanco en Minneapolis, Minnesota.
“Estos monumentos representan división, odio, fanatismo”, dijo.
“Fueron erigidos para intimidar y poner en su lugar a la gente negra que vivía en Richmond”.
“Ese no es el Richmond de 2022”, declaró el alcalde.
Emol