Necrológicas

– Clemente Andrade Aros
– Mario Oyarzún Mancilla
– Edith Serón Contreras
– María Elisia Alvarado Soto

Maternidades cautivas

Por La Prensa Austral Sábado 21 de Mayo del 2022

Compartir esta noticia
207
Visitas

Camila Iribarra Aros,
Trabajadora Social de
la Dirección de Género,
Equidad y Diversidad Umag

 

La decisión de ser madre o no, no es una decisión fácil. En nuestra sociedad, donde la maternidad es considerada aún un propósito en la vida, cuesta mucho hacernos cargo de la discriminación y opresiones que de esa labor devienen. Con la pandemia, además de las labores domésticas y de cuidados asumidas mayoritariamente por mujeres, se sumaron las labores por teletrabajo, las que han generado una mayor sobrecarga y crisis de cuidados en mujeres madres. Poco se habla sobre la depresión post parto y las altas expectativas puestas sobre nuestros cuerpos, donde la maternidad se ha construido históricamente como sinónimo de abnegación. Para las mujeres que claudican a este mandato, las cosas no suelen ser más sencillas, comúnmente denominadas “mujeres egoístas” o “incompletas” cuando renuncian a ese rol, por tantos años asignado como propio de nuestro género. Sin embargo, más allá del cuestionamiento ¿Cómo trata la sociedad a las mujeres que deciden serlo?…

En Chile el 85% de los hogares monomarentales son dirigidos por mujeres, es decir, madres que crían solas. Mientras, según datos presentados por el Poder Judicial, sólo el 16% de los deudores de pensión alimenticia pagan su deuda. Lo cual, considerando que 9 de cada 10 deudores son hombres, viene a demostrar que la balanza claramente se inclina en desmedro de las mujeres madres, las que además del trabajo de criar solas, no cuentan con los medios económicos ni sociales para ello.

Cuanto de la maternidad se relaciona directamente con estereotipos y roles de género bajos los cuales hemos sido educados, desconociendo aspectos no tan románticos que forman parte de la realidad cotidiana que viven a diario las mujeres. Chile, es una sociedad de madres solteras y huachos, bien lo decía Sonia Montecinos, destacada antropóloga y escritora chilena, quien contribuyó a visibilizar la realidad de nuestro país compuesto sobre la falta de corresponsabilidad parental, que constituye una expresión más de violencia de género, sobre la cual, los hombres han desligado la responsabilidad de ser padres y co-criar de forma conjunta, mientras las mujeres han sido obligadas a parir, ante la ausencia de una ley de aborto, asumiendo las consecuencias sociales y emocionales de ello.

La discriminación de las que son objeto las mujeres madres se expresa en distintas dimensiones, según estudios desarrollados por la Fundación Sol, el ingreso económico de las mujeres que tienen hijos, es notoriamente inferior en comparación a aquellas que no, resultando en una reducción del 6,7%, llegando incluso al 9,4% con dos o más hijos. Respecto de la carga de cuidados, tener un hijo para un hombre, aumenta en 7,87 horas la carga global de trabajo, mientras que, para una mujer aumenta en 19,97 horas. El documento evidencia además que las mujeres que viven con parejas, aumentan su carga en 10 u 11 horas, lo que demuestra que las parejas varones se han constituido como una carga de trabajo para las mujeres.

Visibilizar esta realidad permite enjuiciar menos y empatizar más. Reconociendo las causas estructurales que llevan a muchas mujeres a desistir de este rol, basando su decisión en el contexto social de cómo se vive la maternidad. Siendo, por tanto, una decisión política. Criar y maternar es una labor solitaria y compleja si no se tiene una red de apoyo que cuide de ti, lejos de expectativas y prejuicios, que aumentan las afecciones de salud mental en miles de mujeres. Es necesario ir construyendo redes de apoyo seguras y libres de violencias, siendo un reto para el nuevo contexto social y político del país al que todxs podemos contribuir.