Nuevos programas para los adultos mayores
Hace algunos días leíamos en la prensa las actividades novedosas que los municipios de Punta Arenas y Natales desarrollaban para los mayores de su comunidad: talleres de teatro, cursos de mediación y encuentros intergeneracionales. Actividades que salen de lo cotidiano de la “parrilla” programada para ellos. Es una forma distinta de acometer la tarea que tienen los municipios como agentes del estado más cercana a la población.
La primera mirada frente a alguna necesidad en la comunidad es hacia la municipalidad, quien debe realizar las tareas habituales; pero también ir abriendo espacios y acciones distintas en diversos ámbitos. Uno de ellos es el trabajo para con los mayores. Por eso es que se valora que ambas municipalidades, las más grandes de la región vayan dando pasos en esa dirección.
Tras la pandemia las necesidades de ellos se incrementaron, por lo cual lo básico y muy mínimo es hacer lo de siempre. Apoyar y seguir trabajando con las organizaciones comunitarias de mayores, buscando identificar nuevas y distintas acciones a realizar. Por eso, estos grupos consolidados no pueden ni deben ser actores pasivos del trabajo para con ellos. Cada grupo organizado al alero de las municipalidades, iglesias o clubes sociales debe ser catastrado en sus necesidades e intereses. Siempre será una grata sorpresa poder saber qué piden, qué necesitan o qué valoran.
Obviamente mantener año a año similares talleres deja de ser novedoso y estimulante, no solo deben ser manualidades, por ejemplo, si no que deben abrirse a nuevos desafíos o nuevos ámbitos de acción. Los mayores literalmente deben ser bombardeados de tantas estimulaciones como la vida tiene, la sensación al final del día es que a los mayores le falte tiempo o le falte día para poder hacer lo que sus intereses le demanden. Ocupar constructivamente el tiempo libre. Que no sea monótono ni aburrido el día a día, sino que haya una oferta mayor a sus requerimientos. Esto no ocurre de un día para otro, demanda que las distintas municipalidades del territorio, no sólo las grandes, sino las más pequeñas o rurales, vayan trabajando con los grupos organizados, si no los hay en alguna parte del territorio buscar la manera de organizarlos y agruparlos para trabajar en conjunto. Aún hay territorios, que no cuentan con grupos de mayores que estén presionando a sus autoridades por más acción y trabajo local.
Lo que se busca es el trabajo en redes desde el municipio y ser el puente para con otras instituciones del Estado en el territorio y trabajar en conjunto, potenciando la acción del Estado y no duplicando esfuerzos y recursos.
Esa labor la hicimos antaño en el Eleam Público gestionando desde el Servicio de Salud, también como ente público, trabajo conjunto con seremías y servicios para coordinar un mejor trabajo. La experiencia de algunos ayuda a otros y viceversa.
La brecha educacional es muy grande en la formación gerontológica en las instituciones superiores y técnicas de la región. No sólo para la formación de profesionales y técnicos, sino que en la necesaria capacitación para quienes trabajan con mayores. Muchos buscan en cursos online o a distancia la formación básica en temas gerontológicos, para poder hacer mejor la tarea diaria. Por eso, es el momento que dichas instituciones vayan entregando contenidos de envejecimiento y sus consecuencias a quienes educan, pero también fomentar el desarrollo profesional de quienes están en el área de trabajo para con mayores.
Un área esencial es la profesionalización de los cuidados a mayores. No hay institución educacional local capaz de generar cuidadores o animadores para mayores, que certifiquen las competencias de quienes trabajan con mayores, para que sean reconocidos y validados por la comunidad. Una gran falencia local, ya que cada día son más quienes requieren esos servicios en domicilio. Es un trabajo continuo en preparación y puesta al día continua en esas áreas técnicas, que se debe hacer prontamente.
También esperamos escuchar de quienes buscan la rectoría en la Universidad local el cómo se posicionan con los adultos mayores. Cómo son capaces de abrir la Umag a los mayores de la región, con un espacio de formación y preparación para ellos. Experiencias son muchas en otras universidades y uno espera que la local sea también ejemplo en la comunidad universitaria nacional. Es el momento de soñar y crecer para la Umag. También será necesario en el desarrollo local revitalizar su servicio a la comunidad: las reconocidas Escuelas de Temporada en que la universidad, en invierno, habría sus puertas a la comunidad con espacios para desarrollo desde lo más técnico a lo cotidiano. Dando espacio de participación y desarrollo personal, que también puede extenderse a mayores. Ojalá otras instituciones educacionales locales puedan también crecer en esta oferta para mayores.
Lo que queda claro al final de estas líneas, es que hay espacio para hacer y desarrollar más trabajo por los mayores y es responsabilidad de todos preguntarse qué más puede hacer cada institución por ellos; hoy la demanda es grande y no pueden ellos seguir presionando al sistema para que cubra tantas necesidades. También la formación y desarrollo es parte integral del bienestar de nuestros mayores en Magallanes.