Para tranquilidad de los vecinos: concejales no están pidiendo el cierre del crematorio
- Aseguran que independiente del funcionamiento del sistema, lo que se observa es una humareda contaminante.
Dejar en claro que no se está solicitando el cierre del servicio y que la preocupación directa tiene que ver con la humareda que podría estar afectando el medioambiente, son dos de las cosas en las que los concejales Verónica Aguilar y José Becerra enfatizan a la hora de abordar este tema.
Horas después de conocida la presentación efectuada por los ediles en la secretaría regional ministerial de Salud, solicitando una revisión de los equipos e instalaciones destinados a la cremación en el camposanto de Avenida Bulnes, el municipio a través de su alcaldesa subrogante, Elena Blackwood, desestimó cualquier atisbo de irregularidad, asegurando que cada observación efectuada dentro de las fiscalizaciones “ha sido subsanada”.
Sin embargo, para los concejales hay un punto que no se puede pasar por alto: la realidad es que se observa una humareda que puede tener un impacto en materia de contaminación y que también genera una carga emocional para los vecinos.
Ante dicha inquietud, la jefe municipal subrogante asegura que “las emanaciones corresponden a un proceso habitual, que varía en cuanto a su color, dependiendo de los objetos o elementos que llevan junto a la urna de las personas que ingresan al crematorio”.
Junto con señalar que esto último no se puede intervenir ni modificar, sostiene que “eso no significa que haya algún problema o irregularidad”.
Para Becerra queda claro que el tema es sensible por varios factores y plantea que una solución viable sería el traslado del crematorio a otro sector más alejado de un centro urbano tan neurálgico como la Avenida Bulnes.
Sin embargo, aclara que aquello no va más allá de un planteamiento dentro de la complejidad que pudiera significar para el municipio, más cuando la ley dentro de las exigencias de funcionamiento no establece una norma al respecto.
En el decreto 357 del Ministerio de Salud, que fija el reglamento general de cementerios, se fijan disposiciones para instalación y funcionamiento de crematorios, dando por hecho que se trata de un lugar en edificio y emplazado en terrenos lo suficientemente amplios. Luego se indican exigencias técnicas y de capacidad de espacios.