Pesar por muerte de querida matrona María “Pepa” Andrade Adriazola
A los 83 años de edad dejó de existir este domingo la matrona María Josefina Andrade Adriazola, quien por espacio de más de 40 años estuvo vinculada al entonces Hospital Regional. Su aporte a la salud pública la hizo merecedora en diciembre de 2005 a la distinción de Ciudadana Ilustre, por parte de la Municipalidad de Punta Arenas.
En agosto de 2016, tras cumplir 55 años de matronería, “Pepa”, como era conocida, señaló en una entrevista a este medio, que “nuestra profesión va más allá del parto; se trata de atender a la mujer antes de embarazarse y también después”.
En sus últimos años en el Servicio de Salud, estuvo a cargo de los programas de salud de la mujer y de las enfermedades de transmisión sexual.
María Josefina nació en Punta Arenas el 19 de enero de 1939. Su progenitor, dirigente de los matarifes, oriundo de Chiloé, fue también un gran esquilador que, en el año 1945 se hizo cargo de la concesión del hotel Bahía Felipe.
Junto con su hermano Francisco José, se van a vivir con los abuelos maternos José Luis y María Luisa, que tenían un predio, la cabaña Pepa.
En 1957 dio el bachillerato y se trasladó a la capital donde estudió obstetricia y, en el año 1962 recibió el título de matrona, desempeñándose en la maternidad del Hospital del Salvador y en el mes de julio de 1964 solicitó su traslado al Hospital de Punta Arenas.
“En ese tiempo, la población 18 se estaba formando. En el policlínico había un médico que iba por las tardes, pero el peso lo llevaba la matrona. Salíamos a terreno ya que la enferma que no asistía a control había que salir a buscarla, porque si llegaba una embarazada sin control, la responsabilidad era de uno. Era una odisea en invierno bajar por las pendientes escarchadas de las calles del río de la Mano. Pero fueron las más valiosas experiencias el trabajar en esa forma”, narró en una entrevista a este diario.
En esos años conoció a un trabajador de la Empresa Nacional del Petróleo, Rodolfo Mansilla Taboada, siete años menor, con el cual contrajo matrimonio en 1970, y de cuya unión nacieron dos hijos.
Sus restos comenzaron a ser velados en la tarde de ayer en Don Bosco, en el velatorio de Bulnes esquina Maipú, y sus funerales se avisarán oportunamente.