Con “biombo virtual” declaró víctima de violación para no verle la cara a su padre
Trece años después de ser presuntamente violada por el padre, la víctima declaró ayer en el juicio oral en contra del acusado, pero con una sola condición, no verle el rostro. Para esto el tribunal activó un “biombo virtual”, y así mientras la víctima era interrogada por la Fiscalía y Defensoría ella no lo veía, aunque el acusado sí la escuchaba.
Lo que la fiscal Wendoline Acuña intentará probar en este juicio oral es la denuncia que la víctima interpuso el año 2019, diez años después de los supuestos hechos que involucran al progenitor.
En ese entonces, cuando la víctima tenía 15 años de edad, retomó las visitas a su padre a quien dejó de ver por muchos años. Como reanudaron el contacto aceptó concurrir al domicilio de éste.
Fue en una de estas visitas que el hombre le preguntó si había tenido relaciones sexuales. Como la respuesta fue negativa decidió iniciarla sexualmente, aprovechándose para esto de su autoridad como padre y de encontrarse al cuidado de ella en ese momento. Terminó violándola.
Posteriormente en fechas indeterminadas del año 2010, cada vez que la adolescente visitaba a su padre éste repetía sus conductas.
Según la Fiscalía, en otras oportunidades, en fechas indeterminadas, durante ese mismo año 2010 y en el mismo domicilio, el imputado continuó realizando estas acciones de significación sexual con su hija mientras la tenía al cuidado, “a pesar del sufrimiento que esto provocaba en ella”.
Al declarar, la víctima mencionó que en un momento el padre le pidió que lo perdonara, “porque tenía demonios en su cabeza”, y que así lo sentía al estar muy conflictuado con la Iglesia a la que asiste.
“Fue por miedo y por vergüenza que no lo denuncié antes”, fue una de las respuestas de la mujer que hoy tiene 28 años de edad y quien comentó que le ha costado muchísimo salir adelante, pese a los tratamientos médicos psiquiátricos.
A lo único que aspira es a encontrar justicia, un deseo que en algo podría traerle un poco de tranquilidad.
A juicio de la Fiscalía estos hechos configuran el delito de estupro (violación), en carácter de reiterado, con la agravante de parentesco con la víctima, y pide 10 años de cárcel como pena.