Necrológicas

– Mirna Irene Parancán Ruiz

– Eduvina Leal Pérez

– Claudio Garrido Suazo

– Olga Inés Bahamonde Barría

Si los adultos mayores no tienen resuelta su situación de vivienda, al jubilar terminan en situación de calle

Martes 28 de Junio del 2022

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Morir de frío o morir en soledad es tal vez una de las emergencias más dolorosas que trae el invierno, que golpea siempre con más fuerza a quienes viven en la calle y, por eso, la Ruta Social es vital para evitar estas muertes, como también lo es desarrollar los apoyos necesarios para romper el círculo de la calle. 

Terminar viviendo en la vía pública es el resultado de procesos múltiples, complejos y dinámicos. Hay gente que perdió su trabajo, que quedó sin casa porque se separó de la mujer y se encuentra con nada, porque mientras trabajó nunca pudo acceder a la casa propia. La crisis social y económica consecuencia de la pandemia ha incrementado la presencia de personas en la calle, durmiendo en carpas o bajo precarias construcciones.

El jefe de Operación Social de la Fundación del Hogar de Cristo, Alvaro Rondón, comentó que son múltiples los factores que inciden en que una persona termine en situación de calle, en algunos casos son eventos de vida que sumados a una condición de vulnerabilidad significó caer en un pozo profundo, un tema de salud catastrófico y la separación de la pareja, pero eso es una posibilidad y hay otras condiciones que hacen que una persona termine en calle.

“Algo particular de nuestro territorio, es que la situación de calle está asociada a ciertas prácticas laborales, por ejemplo, a la pesca artesanal, personas que vivieron en faenas de esquila y de estancia que con el transcurso de los años quedan sin trabajo y eso produce una desvinculación que los deja en situación de calle. Trabajamos con muchas personas que tienen un pasado laboral y que por algún motivo quedaron sin trabajo, si a eso se suma una desvinculación familiar las personas caen en calle”, dijo.

Explica que cuando una persona está en calle cae con mucha más facilidad en consumos problemáticos de alcohol o drogas como un mecanismo de defensa y de huida de la situación compleja en la que vive.

“Hay personas que, cuando se convirtieron en adultos mayores y se transformaron en un estorbo para sus familias, quedaron en el abandono. Es dramático, pero en la región ocurre. Tenemos muchas personas mayores en calle que no tienen trayectoria de calle, pero por su condición de jubilación quedan desprotegidos y la pensión no les alcanza. Tenemos personas con un perfil más bien de adulto mayor, que requieren de un cupo en residencias, pero que no son personas que están en un circuito de calle necesariamente”, comenta.

Agrega que, siendo pensionado, cualquier problema de vivienda hace caer en la situación de calle. Así hay temas de pobreza extrema, abandono afectivo, consumo de alcohol y sustancias, salud mental, de acceso salud que luego se vuelve un círculo vicioso en que no se generan las condiciones para integrar a las personas y más bien ocurre una exclusión y por eso tenemos personas que caen con facilidad.

Hogar de Cristo
en Magallanes 

En la región hay dos líneas de trabajo implementadas por parte de la Fundación del Hogar de Cristo. Una de ellas es el Programa de Atención Domiciliaria Adulto Mayor (Padam) que atiende a 40 personas mayores además de sus cuidadores, que están en condición de extrema pobreza, que viven solos o en compañía de un familiar o vecino que se hace cargo de los cuidados. “Este es un trabajo que realiza una dupla profesional que visita a las personas regularmente y trabaja con ellos, en las distintas dimensiones, lo que tiene que ver con la pobreza, pero también lo que tiene que ver con cohesión social, con el entorno, con su vinculación a los servicios de salud o comunitaria y con algún tipo de apoyo a la realidad que alguno de ellos tiene”

La otra línea con que se trabaja en la región tiene que ver con la atención a las personas en situación de calle. “Acá tenemos un programa ancla que es el más conocido que es en la hospedería, que atiende a 40 personas cada día, que viven en calle y que se vinculan con la hospedería”, comenta. 

La Ruta Calle

Ruta de Calle, que se hace por voluntarios de la institución, este año se ganó una licitación pública del Ministerio de Desarrollo Social para implementar la Ruta Social.

Este programa se inicia esta semana, entregando atención en calle en las mañanas y en las noches brindando una primera derivación a servicios de urgencia o de salud, para quienes no van al albergue ni a la hospedería y la idea es generar un vínculo con ellos, junto con brindarles algunos implementos de primera necesidad para sobrellevar el invierno y lo que significa estar en la calle en estos días.

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