Necrológicas
Socio de La Prensa Austral dejó de existir ayer en Santiago

El adiós a Jorge Babarovic, “un ser insoportablemente magallánico”

Viernes 1 de Julio del 2022

Compartir esta noticia
1,044
Visitas
  • A los 89 años, se apagó una de las voces emblemáticas de la radiofonía regional, paladín de los diarios regionales y amante de las tertulias, la buena mesa y las inagotables conversaciones.

No es fácil para quien hilvana esta crónica contar la noticia de que ha fallecido una persona apreciada, alguien que, si bien no fue contemporáneo a tu época, compartió momentos memorables, de risas y largas conversaciones salpicadas de humor e ironías, hablando de lo humano y lo divino, aunque más de lo humano y prosaico que lo celestial, pero siempre con el sello de la parodia y la exageración. Fueron tertulias que, mayoritariamente, estuvieron provistas de sus respectivas “guarniciones”.

Pero, lo más exquisito de ellas, sin duda fueron las anécdotas, muchas de ellas salpicadas de ribetes sabrosos, por cierto, pero que no vienen al caso describir.

En más de una oportunidad, como proyectando los eventos a suceder, me dijiste con tono de falso reproche: ‘¡Por ningún motivo vayas a ser tú quien escriba sobre mi partida al más allá, mira que no estoy para explicarle al tata Dios lo que pondrás’… Y aquí estamos apreciado “JB”, en esa tarea encomendada por el editor. Y trato de hacerla de la manera que quizás -por ese temor infundado que tenías a revelar detalles, que al fin y al cabo no dañarían a nadie, ya que eran sólo chimentos jocosos sobre personas, personajes y personajillos, algunos con más ínfulas que otros- no te hubiese agradado, pero que en las salas de redacciones fue (y tal vez siga siéndolo en muchos lugares) el mainstream de este oficio: la pirámide invertida, estructura informativa de la cual no te declarabas un incondicional, siendo tu predilección el estilo narrativo que García Márquez introdujo en el periodismo. En cinco líneas diré que “Ayer en la mañana, en su hogar en Santiago y rodeado de su familia, a la edad de 89 años dejó de existir el destacado periodista magallánico Jorge Juan Babarovic Novakovic, ligado a La Prensa Austral por casi setenta años”.

Cumplo con ello lo que acordamos en una de nuestras últimas conversaciones, sostenida a propósito de una crónica publicada hace poco tiempo en nuestro diario sobre la primera transmisión pública de televisión, en 1960, en la entonces provincia de Magallanes, y de la cual fuiste protagonista. Allí, en ese diálogo telefónico matizado con otros tópicos, me hiciste hincapié, que llegada la hora de contar tu historia, ésta fuera lo más sencilla y llana posible, ya que -insistías- los periodistas “no somos noticia”. Y si bien comparto esa premisa, tampoco se puede soslayar tan superficialmente la trayectoria destacada de un magallánico que desempeñó un papel significativo en los medios de comunicación y su rol directivo en el gremio periodístico a nivel nacional, siempre pregonando el espíritu de tu tierra natal, de la que alguna vez te autodefiniste como un “ser insoportablemente magallánico”.   

Selfmade man

“Yo no estudié periodismo en universidad alguna, simplemente porque no existía la carrera de periodismo y tampoco podía llegar a hacerlo por razones económicas”. Así, en un tono de absoluta sinceridad, sin complejos de por medio ni menos alardes de falsa modestia, solía testimoniar Jorge Babarovic a algún ocasional y joven periodista que recién comenzaba a pavimentar su camino en los medios de comunicación. Su intención era instarlo a perseverar en la búsqueda de la noticia, a no bajar la guardia y, por sobre todo, a situarse delante y no a la zaga de los hechos, con la veracidad como norte.

“Pero a pesar de eso, aparte de la actividad misma, fue la vocación desde mis tiempos de escolar la que me llevó a abrazar este hermoso oficio”.

“Posteriormente vino la colegiatura, la asistencia a numerosos seminarios y cursos dentro y fuera del país las que configuraron mi formación”, declaró Babarovic el año 2018 en una entrevista ofrecida a nuestro diario.

Precisamente en enero de ese 2018, Babarovic había cumplido 85 años de edad y en septiembre alcanzaba las seis décadas de matrimonio con su colega locutora y actriz María Velich. Y en agosto del mismo año, sellaba 65 años de vinculación con La Prensa Austral y 40, tras sucesivas elecciones, como miembro del directorio de la Asociación Nacional de la Prensa. Llevaba también con señorío el título de Gran Canciller de la Cofradía Magallánica del Calafate desde su fundación hacía diez años.

Sus inicios en las
comunicaciones

De las monjas, Jorge pasó al Liceo San José. Estudió hasta Cuarto Humanidades en este colegio, pero, al fallecer su padre, tuvo que trabajar, de manera que concluyó sus estudios en el Liceo Nocturno. Siendo alumno del San José colaboró con el semanario El Amigo de la Familia. “También hacíamos programas en las fiestas liceanas como si fuera una radioemisora y eso impulsó mi vocación radial. Cuando termino cuarto año ya trabajaba en radio Polar”.

El amor de su vida

A María Velich, su esposa, la conoció en radio Polar. “Eramos simples compañeros de trabajo, cada uno con su vida, sus pololos y pololas. Pero con el tiempo se convirtió en polola, novia y finalmente en esposa, madre de mis tres hijas, abuela de varios nietos y ahora bisabuela”, relató.

Como colaborador permanente de la revista Ercilla, publicó una veintena de reportajes. Ello le dio la oportunidad de rodearse con periodistas de la talla de Luis Hernández Parker, Hernán Millas, Emilio Filippi, Guillermo Blanco y Abraham Santibáñez todos Premios Nacionales de su profesión.

Una sana bohemia

Jorge Babarovic, al evocar sus tiempos de periodismo en La Prensa Austral, señalaba: “El director se retiraba cuando se cerraba el diario; es decir, cuando el reloj marcaba las dos o tres de la madrugada. En Punta Arenas, a esas horas sólo un par de locales mantenían sus puertas abiertas, uno de ellos era el Centro Austral, un punto de encuentro: ‘La Catedral de la Amistad Cívica’”.

Aciertos periodísticos

Al describir algunas de sus entrevistas señaló:

“En la década de los sesenta, en la revista Ercilla algunos de mis artículos ocuparon su portada. La entrevista al nazi radicado en Porvenir, Walter Rauff, tuvo amplia difusión, incluso a nivel internacional.

Paralelo a su labor en Ercilla, despachaba para El Diario Ilustrado, a radio Cooperativa y después a la radio Minería en los mejores tiempos del programa El Correo de Minería.

En Santiago y la ANP

Jorge Babarovic continuó como gerente del diario hasta fines de 1974 y, luego, una circunstancia muy especial, lo hizo trasladarse a Santiago con toda la familia.

En la capital, formó parte del directorio de la Asociación Nacional de la Prensa por más de cuarenta años por sucesivas votaciones en asambleas bianuales. En tal entidad, trabajó arduamente por el desarrollo de los medios regionales, presidiendo por años la comisión de Diarios Regionales.

“El gran Canciller”

En la misma crónica de Mario Isidro Moreno se apuntaba: “Célebre es Jorge por su participación en clubes, mesas periodísticas o cofradías”. En particular hacía alusión a la Cofradía del Calafate que agrupaba a los magallánicos que residían en el norte del país. 

Allí “JB” cultivó afectos entrañables y, seguramente, hoy todos sus contertulios están llorando su partida.

Sus ansias de seguir ligado a nuestra tierra lo llevaron a que frecuentemente llamara a nuestra redacción en Punta Arenas. Así, en medio del tráfago del despacho editorial, mantuvimos largas conversaciones, donde siempre preguntabas por el acontecer local y podíamos reírnos de todo y de nada.

En esta triste hora para quienes conocimos y compartimos de tu presencia y buen talante, las palabras tal vez no trasunten el sentimiento y el aprecio de la amistad que por años supimos cultivar, pero los gratos momentos compartidos permanecerán perennes en el recuerdo.

Descansa en paz querido “JB”.