Necrológicas
Estudio es destacado por revista Bio Science

Investigador advierte importancia de generar estrategias de sustentabilidad a diversas escalas

Martes 19 de Julio del 2022

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Jaime Ojeda, biólogo, plantea en reciente estudio la necesidad de la reciprocidad entre las personas y la naturaleza y que no exista sólo el aprovechamiento monetario desde un lado como ha ocurrido hasta ahora.

Ojeda propone que ante este escenario es bueno revisitar el concepto de la reciprocidad entre las personas y la naturaleza y, para reenfatizar la reciprocidad mirando las interacciones con la naturaleza más allá de un “servicio”, sugiere un concepto para la ciencia que llama contribuciones recíprocas, que para él es la propuesta fundamental de este artículo.

Su abuela Hilda Gallardo motivó al biólogo Jaime Ojeda a estudiar y comprender la reciprocidad entre la naturaleza y las personas. Recuerda que desde que era pequeño escuchaba las historias de ella respecto a las prácticas tradicionales en la isla grande de Chiloé. Una de ellas donde su abuela, en el año 1936, construyó y cuidó un corral de pesca cerca de Tocoihue con fines alimentarios, culturales y sociales, para ellos, sus vecinos y el mar.

Otro hecho que conoció como ciudadano en Punta Arenas y que cabe en el ejemplo de reciprocidad es el esfuerzo desplegado por la Agrupación Ecológica Patagónica Humedal Tres Puentes, donde destaca el esfuerzo impulsado por un grupo de personas por preocuparse de proteger el hábitat de diversas especies de aves involucrando a más personas a participar en la protección y limpieza del área.

Por ello que Jaime Ojeda advierte que después de este estudio que es incluido en la reciente publicación de la revista científica BioScience, hay que pensar en cómo se generan estrategias de sustentabilidad en diferentes escalas y contribuciones que abarquen las recíprocas.

Con estudios de biología marina en la Universidad de Los Lagos y magister de Ciencias en la Universidad de Magallanes, Jaime Ojeda, cursa hoy un doctorado en estudios medioambientales en la Universidad de Victoria, Canadá, y se vincula al Centro Internacional Cabo de Hornos (CHIC), proyecto financiado por la ANID, como investigador joven. En medio de esta residencia es que realiza el estudio por la reciprocidad entre la naturaleza y el ser humano y que se proyecta al ser publicado en esta prestigiosa revista científica.

Recuerda que desde los años 80, 90, hasta el 2010 incluso, se había visto desde una lupa muchas veces economicista, monetaria; entonces las ciencias trajeron conceptos como los servicios ecosistémicos, que significa cuáles son los beneficios que las personas obtienen de la naturaleza y desde ahí emergen muchas evaluaciones ecológicas, sociales y económicas. Incluso surgen otros conceptos como el capital natural. “Se estaba viendo la relación persona-naturaleza desde una vía, desde que es lo que obtienen las personas desde la naturaleza que contribuye o las beneficia, pero estábamos dejando de lado que en muchas comunidades indígenas, urbanas, rurales, en organizaciones a nivel comunitario, de personas, de colegio, también hay contribuciones de las personas hacia la naturaleza”, recalca. 

Ojeda propone que ante este escenario es bueno revisitar el concepto de la reciprocidad entre las personas y la naturaleza y, para reenfatizar la reciprocidad mirando           las interacciones con la naturaleza más allá de un “servicio”, sugiere un concepto para la ciencia que llama contribuciones recíprocas, que para él es la propuesta fundamental de este artículo.

“Proponemos un concepto para enfatizar la reciprocidad en la ciencia ecológica y social. Por eso se publica en una revista especializada BioScience. Ese es el principal aporte, revisitar la reciprocidad criticando esta imagen monetaria y de una vía; y la otra es que entendemos la reciprocidad, pero yo digo qué son las contribuciones recíprocas y como las podemos entender a traves de diferentes dimensiones y escalas”, señala.

Ojeda agrega que para entender las contribuciones recíprocas también se fijó en el concepto propuesto por el ecólogo y director del CHIC, Ricardo Rozzi, sobre las 3 H (hábitos, hábitat y co-habitantes), pudiendo evaluarse en las dimensiones basal, simbólica-lingüística y cultural, la biofísica, pero también la perspectiva institucional, social y política.

El investigador realza que por ello es relevante que se defina una nueva Constitución para Chile porque será un aporte importante para reforzar los marcos regulatorios de esta reciprocidad entre la naturaleza y las personas.

Además, dice que es importante avanzar en lo educativo y que al pensar en generar estrategias de sustentabilidad en diversas escalas debe incluirse el trabajo desde la prebásica y ello debe estar inserto en la dimensión socio-política desde los ámbitos gubernamentales.

(Créditos: El afiche y la foto fueron realizados por Sebastián Saiter y Marcelo Ian McLean, respectivamente).

Comunicaciones CHIC

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