Reinstalación de la Cormag: una buena noticia para Magallanes y una mala noticia para el Estado subsidiario.
Diputada por Magallanes
La Región de Magallanes, por su lejanía y aislamiento, pero también por sus innumerables virtudes y bondadosa geografía, es un ejemplo histórico de políticas públicas catalizadoras de desarrollo e inversión.
Destacan su estatuto como Puerto Libre el siglo XIX, la inversión de la Corfo en las décadas del 50 al 80 del siglo pasado, y recientemente el existoso Plan Especial de Desarrollo de Zonas Extremas. Todas políticas y planes que han contribuido a que esta Región, pese a su compleja ubicación y clima, se haya desarrollado exitosamente y sigamos avizorando en el horizonte mucho potencial para desarrollo humano, medioambiental y científico.
La Corporación de Magallanes (Cormag), que tuvo una corta vida desde 1968 a 1973, engrosa esta lista de políticas exitosas de fomento. Sin embargo, fue lamentablemente desmantelada y destruida apenas instalada la dictadura.
Y no es extraño, porque la Cormag justamente representaba lo opuesto al Estado subsidiario que la dictadura nos legó. La Cormag, en su corta vida, contribuyó a la industrialización de la Región, funcionando como una entidad pública efectivamente descentralizada, dotada de atribuciones y recursos presupuestarios. Una instancia pública, que convergiendo con el impulso privado, impulsó el desarrollo de la Región con claros objetivos de interés público.
Resulta comprensible entonces, mas no justificable, por qué la dictadura militar le puso término y vendió sus bienes al mejor postor, dañando patrimonial como culturalmente a nuestra región. En el marco de conmemorarse un año de la instalación de los gobiernos regionales, el gobernador Flies formalizó la reinstalación de la Cormag, con el objetivo de contribuir nuevamente al desarrollo social, deportivo, cultural y económico.
Sin duda una buena noticia para Magallanes. Sin embargo, es necesario que esta reinstalación no sea sólo una vuelta al pasado, lo que sabemos que no es posible, sino que se inspire en los desafíos que el presente histórico nos exige.
Primero, es necesario que la Cormag esté acompañada por un nuevo marco constitucional que deje el Estado subsidiario atrás. Hoy, tal como lo establece la propuesta de nueva Constitución, es momento de transitar al Estado Social y Democrático de Derecho. Es en este nuevo Estado donde instancias como la Cormag hacen sentido, ya que contribuyen al objetivo de desarrollar inclusivamente al país y la Región, para garantizar un piso de seguridad social a sus habitantes. Esperemos que este próximo 4 de septiembre la Cormag se fortalezca con un triunfo del Apruebo.
Finalmente, es necesario que la Cormag incluya en su orgánica y funcionamiento los grandes desafíos de justicia de género y medioambiental que los tiempos actuales exigen.
La paridad y la presencia de instituciones que contribuyan a que su gestión se realice en cumplimiento de los estándares medioambientales son demandas de justicia de nuestros tiempos. Hoy, la Cormag ha vuelto a una región que se encuentra en estado de Emergencia Climática y Medioambiental y en el que las mujeres magallánicas tenemos mucho que aportar. Bienvenida nuevamente.