El reencuentro con Magallanes del autor del “Romance al marino del Estrecho”
- Llegó a la región en 1970 a bordo del destructor Serrano como funcionario de la Armada y tras trabajar un tiempo en la Enap, giró el timón hacia la creación artística, destacando por sus obras en el Festival Folclórico en la Patagonia.
Llevaba más de ocho años sin visitar Magallanes, y regresó justo cuando quedan pocos días para una nueva edición del Festival Folclórico en la Patagonia, tradicional certamen del que supo ser protagonista en aquellos años dorados de los ’70. Jorge Gabriel Cartes Palacios, nacido en 1948, en la localidad penquista de Tomé, dejó en la región más austral afectos, recuerdos y canciones. También a su hermano, el destacado pintor Eduardo Cartes, con quien se reencontró en estos días. El motivo de su visita fue por una invitación para participar en el programa televisivo “Voces de invierno”, donde se le rindió un homenaje por su prolífica producción musical.
Su vínculo con Magallanes se remonta cuando desde su ciudad natal arribó a estas tierras para cumplir una función completamente distinta: como tripulante del destructor Serrano, Cartes imaginó primero un futuro en la Armada de Chile y después, como funcionario de la Empresa Nacional del Petróleo. Hasta que sus intereses artísticos lo llevaron por otros rumbos.
Movido por el arte
“Llegué en el año 1970, pero el que nace chicharra muere cantando, y no eran para mí ni la Armada ni Enap, con todo el respeto que me merecen. A mí me mueven cosas distintas, que no es un mejor sueldo, sino que desarrollar más el campo literario, poesía, música. Es un verdadero acierto darse cuenta para qué uno viene al mundo. Que alguien diga ‘quién canta esta canción’, para mí es bonito, es una trascendencia”, explica sobre el cambio de vida que tuvo, tan radical que tras la Armada se presentó para el proyecto costa afuera que formó soldadores. “Participé en la construcción de los galpones para hacer las plataformas que estuvieron en el estrecho de Magallanes extrayendo los hidrocarburos”, reveló.
Fue destinado al campamento de Posesión, comuna de San Gregorio, pero por poco tiempo, porque su vocación principal afloró definitivamente, y sobre todo porque no pudo congeniar ambas actividades. Era una o la otra. “El arte tiene esa variante de que uno tiene que estar donde se siente bien y en ese momento, esa generación alcanzó hitos bastante importantes”.
Primera incursión
Su primer éxito vino de la mano de “Romance al marino del Estrecho”, que en 1974 obtuvo el tercer lugar en el pre Festival Folclórico, que interpretó acompañado en guitarra por el integrante de Patagonia 4, Jorge Sharp. “Encontré que era un festivalazo en esos años, con presencia de argentinos, un escenario espectacular, y apareció un detalle importante: la presencia del mar, porque como estuve en la Armada, pensé que faltaba un tema sobre el mar. Todos los demás temas eran de tierra adentro, tanto argentinos como chilenos. Siempre hay gente amiga que te alienta a participar. El tema lo compuse en 1971 y se lo mostré a un grupo de amigos. Después llegué donde Polo Romero, que en esa época tenía la Coral Salesiana, que tenía mucho que ver con estos cabros, que andaban como yo, con inquietudes arttísticas. Y me dijeron que él me podía orientar. El tema estaba hecho, y aunque nunca he sido un buen instrumentista, lo toqué con los acordes básicos, pero Polo entendió, como buen músico, que el tema era interesante. Me dijo que yo podía cantarlo bien y me proporcionó un guitarrista”, recordó Cartes.
Para desarrollar más su incipiente carrera, abandonó Punta Arenas y así pudo asistir a otros festivales. “Estuve en Olmué, en Viña en el año 1981 cuando después de algunos años de ausencia reaparece la competencia folclórica. Creo que estuve en todos los festivales del país”. El recuento indica que en 1976 logró el segundo lugar del Festival del Huaso de Olmué con el tema “Echando raíces”, defendida por el grupo América Sur, canción por la que el conjunto magallánico fue galardonado como mejores intérpretes. El año siguiente participó en el Primer Encuentro de la Canción de Enap, en el que ganó con el tema “El destino de un bus”. En 1978 remató tercero en el Festival de Río Cauquenes, con “El cantor”, interpretada por el grupo Cormorán. Ese mismo año retornó al Festival Folclórico en la Patagonia donde obtuvo otro tercer lugar, con otra de sus composiciones más recordadas: “Tierra, tierrita”, que fue cantada por Osvaldo Díaz y el grupo Kámara.
Como bien mencionó, estuvo en el Festival de Viña del Mar de 1981, en el que su tema “Cantos de furia y ternura” fue finalista en la competencia folclórica que ganó la canción “Ay, Fernanda”, interpretada por el grupo Santiago Cuatro.
Ligado al Festival
en la Patagonia
En 1991 y 1992 regresó a Magallanes para ser parte del jurado del Festival Folclórico en la Patagonia, época en la que editó su primer casete como cantautor, titulado “Echando raíces”.
En 1995 participó nuevamente en el certamen regional, con el tema “2.000 de palomas”, con el que finalizó tercero con la interpretación de Rodrigo Navarro. En las ediciones de 1999, 2000, 2002, 2004 y 2007 logró clasificar canciones al festival. Pero también tuvo destacadas intervenciones en eventos como el Festival Folclórico de La Unión, Festival de la Leche y la Carne de Osorno, Festival de la Canción Folclórica de Loncoche, Festival Brote de Angol, en el Concurso de Composición Musical Luis Advis y en la Cumbre de los Cantores.
En 2014 relanzó “Echando raíces” en formato digital, rebautizado como “Canto Austral” y en 2016 publicó su segundo álbum, “Acorde invernal”.
La naturaleza,
motor de creación
El reencuentro con Magallanes tuvo que esperar hasta este programa de televisión en que se reconoció su trayectoria y donde revivió esos momentos de los antiguos festivales. “Esas cosas levantan el espíritu, ahora llego a Santiago, porque pertenezco a la Sociedad Chilena del Derecho de Autor. Sigo componiendo, en una onda muy ecológica, no he grabado los temas pero ya están saliendo del horno. Hablo de la naturaleza, de un paisaje hermosísimo que no cuidamos”.
El valor de los
artistas magallánicos
En su amplia trayectoria, Cartes valora a grupos como Patagonia 4 y más recientemente, Karukinkanto, los hermanos Luengo, entre otros. “Antes no había un estudio que concentrara todas las inquietudes, y conocí a Carlos Henríquez en Santiago con un estudio de grabación y tengo entendido que está trabajando en el Centro Cultural; se maneja muy bien en las producciones. Ahora los músicos son multiinstrumentistas, y esas cosas no se podían hacer en mi época, que no teníamos ni grabadoras, de esas con cintas”.
Siempre ha estado en contacto con Magallanes, pese a estos ocho años alejado de la zona, lo que no le ha impedido conocer las postergaciones que ha tenido la creación de un espacio nuevo que acoja el Festival. “En esa época en que comencé a participar era todo a puro ñeque, si faltaba plata en las finanzas siempre había gente que se ponía. Así era el país igual, más solidario, las cosas se hacían entre todos, el comercio, las empresas”, comentó finalmente Jorge Cartes, que el jueves regresó a Santiago.