“El equipo de Katherine no era el adecuado, ella ocupaba uno del tipo básico”
Antonio Pérez Moraga afirma que el dispositivo que usaba su hermana “es para trabajar hasta 20 metros de profundidad. Pero ella estaba a 27 metros. Entonces por qué el supervisor no le dijo que no bajara con ese equipo, siendo que tiene la facultad para hacerlo”.
“Era una mujer aguerrida y yo estaba admirada de su fuerza. Yo, por ejemplo, no podría haber hecho lo que hacía ella”, expresó la mamá Lorena Moraga Cofré
“Como familia vamos a iniciar acciones judiciales, presentando una demanda, porque vemos que acá no hay transparencia”, señalaron la madre y el hermano de Katherine
Edmundo Rosinelli
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Como “una hija de Dios”, recordará por siempre Lorena Moraga Cofré a su hija Katherine Pérez Moraga, la joven buzo que pereció en faenas propias de su labor en un centro de cultivo de salmones, ubicado a 106 kilómetros de Punta Arenas, en las cercanías de isla Capitán Aracena.
La malograda mujer trabajaba hace poco para la empresa prestadora de servicios Austral Service SpA, cuando por causas que se investigan el lunes de esta semana sufrió un accidente que le costó la vida, estando a 27 metros de profundidad.
Dos compañeros de trabajo fueron a rescatarla. Uno no lo consiguió y tuvo que salir rápidamente a la superficie. “El otro, desafiando las leyes de la física, llegó a los 60 metros de profundidad y logró sacarla. Sin vida. Pero la trajo y podremos despedirla”, dijo muy agradecida Lorena, en conversación con La Prensa Austral, acompañada de su hijo Antonio César Pérez Moraga.
Ambos viajaron a Punta Arenas con la misión de llevar los restos de Katherine, labor que esperan concretar hoy. En un avión de Latam embarcarán el féretro rumbo a Puerto Montt y de ahí continuarán viaje a su natal Hornopirén, en la provincia de Palena, Región de los Lagos.
“Era una mujer
aguerrida”
El recuerdo que le queda a Lorena de su hija es el de “una mujer joven, saludable, deportista, comprometida con lo que hacía y muy humana”.
Las personas que la conocieron pueden dar fe de esto, afirma. “Era una mujer aguerrida y yo estaba admirada de su fuerza. Yo, por ejemplo, no podría haber hecho lo que hacía ella. Por mí nunca hubiese consentido que trabajara en esto, pero era una persona adulta y esto viene de familia”, complementa.
El papá de Katherine también era buzo y sufrió un accidente similar que le costó quedar en silla de ruedas de por vida.
La hija trabajó en otras actividades, pero la personalidad independiente y su forma de ser, la llevaron a desempeñarse como buzo. Anteriormente había estado en Magallanes, “pero con la empresa actual llevaba trabajando sólo dos mareas”, indicó.
Van a demandar
Madre e hijo dijeron que van a esperar que los organismos competentes concluyan sus respectivas investigaciones. “Pero como familia lo hemos estado conversando, y vamos a iniciar acciones judiciales, presentando una demanda porque vemos que acá no hay transparencia”.
“No quedamos conformes con lo que nos dijeron”, señaló el hermano, quien tiene experiencia en estas lides porque también ha trabajado como buzo. “Por eso sé que en esos escenarios no siempre se vela por la vida humana. Lo importante para ellos es sacar adelante la faena. Así se lo piden al supervisor y este lo transmite a los trabajadores. Todo se enfoca en sacar la pega, pero no velan porque la persona que baja vuelva viva”, sostiene.
Explicó que en estas labores el buzo que permanece en superficie debe estar en contacto permanente con el que está sumergido. Existe todo un lenguaje para prestar ayuda inmediata en caso de una emergencia. El de arriba debe estar siempre atento a que le pidan más o menos manguera. De eso dependerá la supervivencia en estas faenas, que siempre conllevan un riesgo.
Antonio Pérez se atreve a señalar que “el equipo de Katherine no era el adecuado, ella ocupaba un equipo del tipo básico, que es para trabajar hasta 20 metros de profundidad. Pero ella estaba a 27 metros. Entonces por qué el supervisor no le dijo que no bajara con ese equipo siendo que tiene la facultad para hacerlo”, se preguntó.
Traslado
Esperan llevarla hoy, siempre y cuando Salud certifique y dicte la resolución de traslado. El ataúd está sellado y tienen todo listo para emprender el viaje de retorno.
“Hasta pronto”
“Para nosotros, que somos cristianos, es un hasta pronto con ella porque creemos que la volveremos a ver en la eternidad”, señaló la madre.
“Creemos en un Dios vivo y justo y eso es lo que nos tiene tranquilos y mantiene en pie. Claro que duele lo que pasó y queremos justicia pero finalmente descansamos en la justicia de Dios”, enfatizó.
Investigación
Por ahora la Fiscalía continúa con las pericias e indagaciones para lograr establecer eventuales responsabilidades, en un accidente laboral que tal vez pudo evitarse.
Los informes solicitados, y la misma investigación de la Armada, permitirán dar claridad y, de paso, tranquilidad a la familia que por ahora se conforma con poder trasladar los restos de Katherine.