Un ajuste ministerial inevitable

• Una de las principales críticas que recibió este gobierno durante
  la campaña del plebiscito, fue el rol activo que tuvo con la opción Apruebo, la que hizo suya, en perjuicio del real interés por los diferentes problemas que a diario padecen los chilenos.

La aplastante mayoría que rechazó la propuesta de la nueva Carta Magna, no hizo más que asestar una contundente derrota al gobierno del magallánico Gabriel Boric, lo que a la postre obligó al Mandatario a dar un golpe de timón, realizando a seis meses de su instalación, el primer ajuste de su gabinete ministerial.

Fueron seis cambios en total, con lo cual el nuevo gabinete político queda marcado por la presencia femenina.

De este modo, el Jefe de Estado apuesta por desvincularse de su círculo más íntimo, y se abre a la centroizquierda tradicional, al incorporar como ministra del Interior, a Carolina Tohá, y en la Segpres, a Ana Lya Uriarte, ex colaboradora de Bachelet.

El Mandatario optó por este camino, que terminó reconociendo como una de las decisiones más difíciles y dramáticas que le ha tocado enfrentar políticamente.

Una de las principales críticas que recibió este gobierno durante la campaña del plebiscito, fue el rol activo que tuvo con la opción Apruebo, la que hizo suya, en perjuicio del real interés por los diferentes problemas que a diario padecen los chilenos.

Fue el principal reproche que esbozó este martes en una entrevista concedida a este diario por el ex intendente de Magallanes e integrante de los “Amarillos por Chile”, Jaime Jelincic, cuando afirmó que “el gobierno se amarró al tema constitucional más de lo que debía y dejó de lado demandas prioritarias a nivel regional”, citando entre ellas, la caída de la inversión, materias como seguridad, vivienda y la solución de las listas de espera en salud.

Ciertamente era indispensable reconfigurar la alianza estratégica para afrontar los desafíos programáticos de este gobierno para los próximos tres años y medio, y los que vienen, donde es menester dialogar y buscar acuerdos con los sectores sociales y políticos, para sacar adelante las reformas fundamentales en materia tributaria, previsión y salud, que son temas que verdaderamente importan a los chilenos, más allá del traspié que experimentó la nueva Constitución, cuyo éxito del mandato de Boric estaba estrechamente ligado a la futura Carta Magna.