Cachetazo XL
Diego Benavente M.
Ingeniero Civil
Regionalista
Una forma de calibrar o centrar el impacto de la masiva votación del Rechazo experimentado por el país y además con un record histórico de participación ciudadana en el reciente plebiscito, es tomar distancia del efecto mismo que algunos han calificado como Chancacazo, Charchazo o Párele. Una forma de hacerlo, es mirar como los medios extranjeros describieron este hito que Chile vivió. En Francia, Le Monde tituló “Chile rechaza la constitución más progresista del mundo”, Clarin de Argentina “la izquierda se olvidó de que Chile es un país moderado”, Perú21 “Chile le hizo el pare al comunismo”, La Razón de España, “Chile castiga a Boric con un contundente NO a su Constitución” y el Financial Times de Inglaterra “Rechazo de Chile al populismo es un ejemplo para el mundo”.
Somos la niña bonita en estas ocasiones para el mundo, lo fuimos eligiendo a Allende el 70 y seguimos siendo un modelo o un piloto ya sea para uno o para otro lado. Ahora lo fue, la farra del 80% inicial versus el 38% de salida en apenas un año. La izquierda, presa de su identitarismo, se emborrachó con el estallido social y olvidó que Chile, al final del día, es un país moderado, como bien lo señalan nuestros vecinos allende los Andes.
Al gobierno de la UP lo interrumpió un cruento golpe militar y ahora a una izquierda radical que buscó imponer una constitución identitaria, la paró en seco un plebiscito democrático, Chile se bandea pero avanza. Chile se activó y salió a votar masivamente, batiendo el récord de votantes de su historia, 13 millones de personas en todas las regiones quisieron hacer valer su opinión y decir presente en el plebiscito constitucional de salida. Y marcar su posición frente a lo que se le proponía por parte de una convención constitucional y un borrador de constitución que no les satisfacía para nada.
El Gobierno Militar y la Junta de Gobierno con Guzmán liderando la redacción, se propusieron hacer una constitución, que permitiera imponer y asegurar un estilo de vida y que además la blindara frente a futuras reformas. Hoy en día, en un proceso similar pero democrático y muy distinto, el 80% que votó apruebo en el plebiscito de entrada hizo lo mismo al elegir a los 155 constituyentes, se les encargó la tarea de elaborar una constitución para todos, que nos uniera. Sin embargo, se llevaron la pelota para la casa e hicieron nuevamente una constitución a la pinta de ellos y no del nosotros, como debiera ser una constitución que busque representar a todos. El rechazo le abre al país las puertas para compensar este doble déjà vu constitucional, ahora tendremos la oportunidad de reparar juntos, todos los que quieran están invitados a esta fiesta y, si hay alguien que no quiere entrar es respetable, para poder construir la constitución que nos pueda proyectar unidos y esta vez cuidando la mayoría grande, no una en particular, identitaria ni menos revanchista.
No supieron jugar en equipo y por querer hacer una goleada humillando al equipo rival en el primer tiempo del primer partido, se farrearon el campeonato. Desde el abucheo al himno nacional, pasando por Rojas Vade y los desatinos del dúo dinámico Baradit&Stingo, junto con la soberbia y arrogancia de algunos constitucionalistas que debieron imponer la cordura en lugar de pasar máquina, fueron llenan la canasta del pueblo chileno, de estridencia y desatino por parte de distintos convencionales. La poca autocrítica de los exconstituyentes y el ser llevados de sus ideas indica que al parecer, el empedrado traidor les vuelve a jugar una mala jugada.