Apoyo a la artesanía regional

El turismo es una de las actividades fundamentales del Pib regional, pero aún tenemos muchos problemas y desafíos que encarar para ofrecer a los visitantes una oferta atractiva y experiencias inolvidables.

Más allá de las bellezas escénicas, se ha escuchado cierta decepción en el visitante cada vez que no encuentra artesanía local y, más aún, cuando los productos que se venden son los mismos que se encuentran en otras regiones del país.

La reventa enmascarada bajo el rótulo de “artesanía local” revela parte de nuestra identidad extraviada, esa que transita entre la verdad y la mentira y que se hace necesario recuperar.

Por eso, apoyar a los artesanos rurales y fortalecer sus conocimientos son parte de los desafíos que tenemos como región. Un reto adicional a los tradicionales y que se hace necesario enfrentar junto a otros actores.

Para los pequeños agricultores y sus familias el turismo también ofrece una oportunidad de diversificar el mercado y la artesanía es la puerta de entrada. Fomentar este servicio, enriqueciendo y diversificando las opciones de la exclusividad de productos otorga indudablemente un plus adicional al territorio.

Para avanzar, es necesario ver las proyecciones y actuar de manera moderna para atender las necesidades de esta industria. Es, por ello, que es necesario potenciar la política pública en materia de artesanía rural y establecer una muy estrecha vinculación y coordinación entre las instituciones públicas y privadas, con la participación del mundo campesino para el rescate y proyección de nuestra identidad e historia que parece extraviada en esta materia o descuidada si hablamos de nuestros pueblos originarios.