“El gobierno dice que el turismo es importante, pero debe haber una política de Estado hacia esta actividad”
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entidades ligadas al turismo realizan sus actividades en Ultima Esperanza, desde la hotelería y el alojamiento en general, además de guías de turismo, transportistas, barrios de interés comercial, la gastronomía y la artesanía, entre otros
“Necesitamos normalidad para trabajar y que el Estado nos escuche, porque somos nosotros los que sabemos cuáles son los problemas que enfrenta el sector”. Ese es uno de los planteamientos de Andrés Gader Vargas, presidente de la Asociación Gremial de Hostels y Afines Natales, una de las 12 entidades ligadas al turismo que funcionan en la provincia de Ultima Esperanza.
El dirigente destaca la diversidad de organizaciones que se dedican a la actividad turística en la provincia, las que van desde la hotelería y el alojamiento en general, pasando por los guías de turismo, los transportistas, los barrios de interés comercial, la gastronomía y quienes se dedican a la artesanía, entre otros. Señala que entre todos persiguen el objetivo final de fortalecer la oferta turística en Ultima Esperanza y que, para ello, requieren del apoyo del aparato público, el que hasta ahora se ha visto poco preciso con los requerimientos del sector.
Comenta que la temporada turística 2022-2023 partió, para algunos, en septiembre, y actualmente hay “algo de movimiento”, considerando que se han realizado algunos eventos para promover el turismo. Advierte que las cifras actuales están por debajo de la temporada anterior.
Dificultades que superar
“Nosotros somos una isla y se nos complica el movimiento si no tenemos una posibilidad concreta de traslado. Hay reservas para octubre, noviembre y diciembre, pero en la actualidad no se aprecian pasajes aéreos baratos para incentivar el arribo de pasajeros. No sabemos si Navimag va a seguir operando y también está el problema de los horarios de los pasos fronterizos”, agrega.
Gader explica que todos los que se dedican al turismo necesitan que esta temporada los ayude a salir de la complicada situación que vivieron a partir de las movilizaciones y protestas que comenzaron en octubre de 2019. Dice que ese conflicto social afectó el desarrollo de la temporada y que, posterior a eso, llegó la pandemia del Covid-19 con las consiguientes restricciones de desplazamiento y movilidad. Esos escenarios generaron que cerca de un 20% de quienes tenían emprendimientos turísticos se vieran forzados a cerrar, a lo que se suma que muchas personas que se desempeñaban en el sector se reinventaron en otras actividades o emigraron de la zona. Eso, aclara, también es un problema en la actualidad porque no se cuenta con el número adecuado de colaboradores capacitados para desempeñarse en la atención de pasajeros.
Planificación y claridad
“Ahora se supone que hay que reactivar el sector, pero el turismo necesita planificación y no hay claridad sobre los horarios de traslado de la gente con circuitos integrados entre Chile y Argentina. Esperamos que la temporada sea buena, porque la gente quiere salir y moverse pero hay complicaciones que pueden truncar las expectativas del sector”, refuerza.
Gader insiste en que “el turismo se vende por adelantado y son pocas las personas que compran paquetes o servicios turísticos a última hora. La mayoría los compra unos seis meses por adelantado. Entonces el gobierno anuncia que el turismo es importante, pero debe haber una política de Estado hacia esta actividad, sobre todo porque se trabaja con una mayoría de (visitantes) extranjeros. Nosotros aportamos con impuestos y colaboramos a la economía del trabajo. Nuestro sector trabaja con inversiones y con anticipación y para que ello rinda necesitamos garantías para servicios como transporte y traslado”, sentencia.