Los agitados 400 días de gestión del renunciado secretario de la Cormupa
Los constantes cuestionamientos por parte del Concejo Municipal, el conflicto desatado en la Escuela Bernardo O’Higgins y el reordenamiento ad portas del proceso de traspaso de la educación municipal, fueron tres de las situaciones más complejas que debió enfrentar el hoy renunciado secretario general de la Cormupa, Luis Almonacid Avendaño, durante una gestión que se prolongó durante poco más de 400 días.
La decisión, que llegó “por escrito” a la mesa de la alcaldía, se reveló de inmediato durante la jornada del miércoles tanto a nivel interno municipal como a la comunidad a través de los medios de comunicación. Ayer se conoció que la directora de Control de la Corporación, Eliana Astorga, quedará en la suplencia a la espera de la designación oficial por parte de Claudio Radonich. Mientras tanto, el propio Almonacid desestimó referirse a su salida del cargo y a las razones que motivaron una renuncia que, la verdad, hace días no estaba en los libros de nadie.
“Sabemos que es un trabajo complejo e ingrato en una corporación que tiene problemas estructurales y temas de funcionamiento históricos”, señaló el jefe comunal en su primera reacción tras conocer del alejamiento de Almonacid.
El hoy ex secretario había asumido en el cargo en septiembre del año pasado luego que Segundo Alvarez Sánchez decidiera acogerse a retiro luego de casi 6 años de gestión (durante la primera administración del alcalde Radonich). Almonacid era hasta ese entonces su jefe de Gabinete.
A partir de su nombramiento, el abogado de profesión se abocó a atender los problemas no sólo inmediatos de la entidad, como el déficit de recursos que enfrenta mes a mes el área Educación, sino también a abordar una situación de fondo que había tenido su momento más crítico a mediados de 2018 cuando una auditoría reveló el brutal descalabro financiero y hacía pensar en la alternativa de un leaseback (de dos edificios municipales) como un salvavidas concreto.
Traspaso de la educación
Ya durante las últimas semanas, el fantasma del traspaso a los Servicios Locales de Educación (Slep) pareció complejizar más las cosas en la entidad sostenedora. La merma financiera que sólo encuentra “parche” en las modificaciones presupuestarias aprobadas a regañadientes por los concejales, con cuestionamientos varios a la autoridad municipal y de la Cormupa, es algo con lo cual se deberá convivir hasta el traspaso definitivo del sistema. Y no es todo, ya que los compromisos y deudas existentes deben ser asumidas (y saneadas) por el ente sostenedor aún ya estando fuera del sistema.
Aunque la renuncia pueda deberse a razones personales, ante lo expuesto el escenario presenta elementos suficientes para reconocer que hoy el cargo de secretario general de la Corporación Municipal de Punta Arenas para la Educación, Salud y Atención al Menor es un “fierro caliente” que, al menos, se mantendrá así hasta diciembre del próximo año cuando asuman (el 1 de enero de 2024) los Servicios Locales de Educación Pública.
El conflicto en la
Escuela O’Higgins
Por otro lado, el pasado 14 de junio se desató el conflicto en la Escuela Bernardo O’Higgins de Punta Arenas, luego que un grupo de docentes encabezado por su propio ex director Julián Mancilla acusara a la nueva administración del establecimiento de malos tratos.
La situación se ha venido prolongando más de la cuenta ante diversas instancias, motivando un fuerte desgaste en todos los actores involucrados, entre ellos el renunciado Luis Almonacid, quien debió asumir buena parte de las acciones tanto a nivel administrativo interno como diligencias y tramitaciones que se mantienen en curso.