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Experiencia del Duoc en Magallanes

Jueves 20 de Octubre del 2022

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Por Víctor Hernández Godoy
Sociedad de escritores

de Magallanes

 

En varias semblanzas anteriores, nos hemos referido a las antiguas Escuelas de Temporada de Invierno que inicialmente celebró la Universidad de Chile en el austro, con presencia anual de un selecto grupo de académicos, docentes y profesionales, especializados en diversas áreas del conocimiento.

Se ofrecían cursos abiertos al público en general, sobre arte, ciencia, literatura, tecnología y distintas especialidades. Los maestros de esa prestigiosa casa universitaria se quedaban unas dos semanas en Magallanes, compartiendo con otros docentes, alumnos y aficionados que repletaban las salas de clases del Instituto Superior de Comercio, donde habitualmente se realizaban los ciclos y cursos. Recordemos que la primera Escuela de Temporada de Invierno se realizó en julio de 1951 y de ahí en adelante, todos los años llegaban a la región los mejores planteles encabezados por distinguidos profesores a dictar charlas, ofrecer conferencias y organizar seminarios abiertos a la comunidad.

A contar de 1965, a las delegaciones que enviaba la U. de Chile, se agregó el cuerpo académico de la casa central de la Universidad Técnica del Estado (Ute) en Santiago, preludio de lo que acontecería desde 1969, cuando esta última casa de estudios junto con la sede regional de la Ute comenzaron a organizar sus propias Escuelas de Temporada de Invierno.

En algunas ocasiones se contó con la participación exclusiva de los cuerpos académicos de la Universidad de Concepción, como en 1959 o de la Pontificia Universidad Católica de Chile, en 1968. Al final de los cursos, los profesores redactaban un informe a modo de conclusión, que permitía identificar las carencias económicas, sociales y culturales de Magallanes, proponiendo soluciones a corto, mediano y largo plazo. A modo de ejemplo, las reflexiones obtenidas de la primera Escuela de Temporada de Invierno contribuyeron a constituir la Sociedad Coral de Magallanes. En cambio, en el marco del debate por la incidencia de los nuevos medios masivos de comunicación, de su aporte y efecto en el ámbito educativo, los maestros concluyeron en la VIII Escuela de Temporada de Invierno de 1962, en la necesidad de suprimir las pruebas de bachillerato como requisito de ingreso a la universidad, una medida que comenzó a implementarse algunos años más tarde durante el gobierno de Eduardo Frei Montalva. En el caso particular de Magallanes, se determinó establecer a la brevedad una institución que impartiera educación superior con una malla curricular centrada en contenidos de la realidad regional.

Impacto de una

experiencia inédita

En el verano de 1972 se anunciaba la venida a Magallanes del cuerpo académico de la Universidad Católica de Valparaíso, (UCV) institución que había marcado pauta en varias transformaciones relevantes en la educación superior chilena. Por de pronto, el 5 de octubre de 1957 esta Universidad efectuó la primera transmisión inalámbrica de televisión en el país, paso previo para la fundación del primer canal de televisión en la historia de Chile, instituido oficialmente, el 22 de agosto de 1959. La UCV fue además, la primera universidad católica en el mundo en ser dirigida por un rector laico, honor que recayó en el abogado Arturo Zavala Rojas (1964-1968) y precursora de la gran reforma universitaria que experimentarían las ocho instituciones de educación superior existentes en el país en el período 1966-1973, cuando el 15 de junio de 1967, estudiantes con apoyo de docentes se tomaron la escuela de arquitectura exigiendo cogobierno y la facultad que el rector fuera elegido por los académicos y no por la jerarquía de la Iglesia Católica. En los siguientes meses, el movimiento iniciado en la Puv se expandió a las demás universidades, destacando el proceso interno llevado por el que muchos analistas consideraban como el centro de estudios más conservador de la época: la Pontificia Universidad Católica de Chile.

En medio de la discusión, el 7 de noviembre de 1968 estudiantes de aquel plantel universitario apoyados por el cuerpo docente crearon el Departamento Universitario Obrero Campesino (Duoc) con el objeto de promover la educación superior en sectores sociales vulnerables, pero que, a diferencia de las similares reformas que realizaban la U. de Chile y la U. Técnica del Estado, los fundadores del Duoc proyectaron varios de los ideales que inspiraron al Concilio Vaticano II, entre éstos, el acercamiento de la iglesia con las reivindicaciones de las clases populares. Como sabemos, el Duoc se expandió rápidamente. A fines de 1971 la matrícula sobrepasaba a nivel nacional, los treinta mil alumnos. 

De modo que las expectativas por la llegada del cuerpo académico de la UCV eran muy altas, unido al hecho de ser la primera escuela de temporada que se realizaba en verano. Los docentes concibieron un programa de estudios único, dictado como un taller experimental cuyos contenidos pudieran ser aplicados especialmente, en el quehacer productivo. 

Se efectuaron conferencias como “El proceso de la Reforma Agraria y sus posibilidades en el austro”; “Implicaciones de la inmigración chilota en la vida económica de la Patagonia”; “Ventajas y desventajas del régimen del Puerto Libre en el desarrollo sociocultural de Magallanes”; “Análisis de la reforma educacional de 1965”; “Breve historia de la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego”; “Perspectivas de la Universidad Técnica del Estado y su desarrollo futuro”; “Crecimiento demográfico en Punta Arenas en comparación a los departamentos de Puerto Natales, Porvenir y Puerto Williams”.

Las clases comenzaron el 18 de enero de 1972. Debido a la alta convocatoria alcanzada, el consejo directivo de la UCV decidió extender la escuela durante casi todo el mes de febrero a las ciudades de Puerto Natales y Porvenir. En el documento que elaboraron al cierre del magno evento, recogiendo las inquietudes de la comunidad asistente a los cursos, los académicos plantearon formalmente, la creación del DUOC Magallanes.

Un proyecto inconcluso

El nuevo establecimiento educacional abrió sus puertas en Punta Arenas el 30 de agosto de 1972. En un principio, fijó domicilio en calle Chiloé Nº1129, en el inmueble que cobijó al antiguo Club Social Católico. 

El Duoc fue pensado como un centro de educación que recogía distintas necesidades: desde impartir cursos sobre oficios hasta carreras técnicas de dos semestres de duración. Más tarde, en plena discusión sobre el proyecto de la Escuela Nacional Unificada (Enu), la jerarquía de la Universidad Católica consiguió que el Ministerio de Educación reconociera y validara el proyecto de nivelación en enseñanza media para los alumnos desertores del sistema escolar tradicional y promoviera los talleres de capacitación laboral para adultos.

Paralelo a las actividades académicas, en el Duoc sede Punta Arenas pronto se conformó un grupo teatral nacido de las clases de dramaturgia que dictaba la profesora Luisa Acevedo. En primera instancia, los alumnos recibieron clases de gimnasia rítmica, expresión corporal, maquillaje, iluminación, escenografía, vestuario, dirección e impostación de la voz. Con los conocimientos teóricos adquiridos escribieron una obra colectiva que denominaron “La rebelión de los jóvenes”, la que estrenaron en el salón principal del Club Social Católico, como parte del examen de evaluación del grupo, el 19 de diciembre de 1972 y luego, decidieron representarla para todo espectador en el Cine Gran Palace, el 26 de mayo de 1973.

El Duoc no estuvo ajeno a la dramática situación política que vivió el país en septiembre de 1973. Las clases fueron interrumpidas y las premiaciones de los primeros egresados se postergaron algunos meses. En agosto de 1974, para el segundo aniversario del instituto, se dio a conocer los nombres de las auxiliares de párvulos egresadas, luego de completar 120 horas de estudios: Patricia Manríquez Fernández, Esther Gladys Sánchez Barría, Iris Rojas Espinoza, Hilda Ríos González, Mary Mac Donald Thompson, Gladys Leal Igor, María Alvarez Casanova, Ximena Silva Oyarzún, Juana Luisa Ruiz Mansilla, Rosa Ross Veletich, Gloria Soto Sandoval, Ana María Espinoza Carreño, Ana María Livacic Torres y Denise Aken Torres. 

En esos años, los alumnos del Duoc  organizaron equipos en varias disciplinas deportivas, sobresaliendo en competencias de motocross, tenis de mesa y vóleibol. Era práctica común la realización de una semana de festividades que precedía al aniversario del centro, en que se coronaba a una reina y se entregaban diplomas a los alumnos que concluían sus estudios. 

En la conmemoración del tercer cumpleaños del Duoc en 1975 fue coronada como soberana del establecimiento la alumna de quince años, Juana Cárdenas. Se efectuó una gran cena bailable, con las actuaciones del grupo “Yamán” y la participación de los vocalistas Eduardo Manzanares y Mario Grandi. Al respecto, el director del centro de estudios, el sacerdote salesiano Sergio Troncoso Calcat manifestó:

“El Duoc no es el promotor de que la gente se eduque y capacite, sino que es el servidor de las aspiraciones de una comunidad organizada.

“El milagro de lo que parecía imposible se está realizando. El milagro de sentir y de hacer que esta casa, el Duoc sea de todos, que esta casa sea nuestra y que cada uno pueda decir con propiedad de sentimientos, esta casa es mía.

“Me he propuesto hacer del Duoc una gran familia. La respuesta se ha dado. El mérito no es mío. Si tuviera que buscar la justa causal no trepidaría en decir que es la gran calidad humana de las personas que me colaboran: calidad humana del personal administrativo, del cuerpo de profesores, de los alumnos”.

Sin embargo, las sentidas palabras del rector y el ambiente optimista que se percibía en todo el grupo humano que constituía el Duoc sufrió un durísimo golpe en la mañana del 29 de octubre de 1975, cuando la inflamación de una cocina a gas produjo un voraz incendio que silenció para siempre a uno de los íconos de la historia artística y cultural de Magallanes: el Club Social Católico.

La catástrofe sufrida no amilanó a los integrantes del Duoc. Al momento del siniestro, el instituto brindaba trece diferentes cursos que tuvieron que ser reinstalados en el Liceo San José. El rector Troncoso se vio en la obligación de suspender el año escolar y cancelar uno de sus proyectos más queridos y emblemáticos, el de la guardería infantil.

El Duoc recibió el apoyo y el aporte solidario de varias organizaciones. La recaudación completa de una de las funciones de la famosa obra “Luka Milic médico cirujano”, que por esos días se representaba en el Teatro Municipal se destinó como fondo de ayuda para el instituto. La Municipalidad de Punta Arenas habilitó la desocupada Casa de la Cultura en el Palacio Montes para que los alumnos pudieran realizar sus tradicionales exposiciones de fin de año. En la ocasión, Sergio Troncoso expresó:

“La presentación de los trabajos, la hemos logrado sobriamente. No hemos querido hacer grandes gastos en fantasías y adornos. Queremos que los trabajos hablen por nosotros, sin querer opacar con cosas accidentales, lo que pensamos es sustancial.

“Quiero agradecer a los profesores que se esforzaron para que esta exposición resultara: a los alumnos que trabajaron fuera de horario para llegar a tiempo con sus trabajos. En una forma especial agradezco a las personas dueñas de casa y, a la Ilustre Municipalidad que nos ha brindado su casa para exhibir estos trabajos.

“El Duoc finalmente desea servir a Chile, servir a toda la comunidad, especialmente a los más modestos y servir en una forma preponderante a la mujer. Estos intereses nos moverán a seguir entregando un trabajo de iglesia comprometida con el quehacer humano”. 

Su propia Escuela 

de Temporada

A contar de marzo de 1976 el Duoc funcionó en dependencias del Liceo San José. Pese a las dificultades de espacio y de horarios, las clases se retomaron con normalidad, mientras desde Santiago se comunicaba la noticia que la Pontificia U. Católica de Chile celebraría en conjunto con el Duoc Punta Arenas una Escuela de Temporada de Invierno.

Durante dos semanas, desde el 26 de julio al 7 de agosto de 1976, diez profesores dictaron trece cursos a más de quinientos alumnos, en salas del Liceo de Niñas, el Instituto Superior de Comercio, Liceo María Auxiliadora y Liceo San José. En la ceremonia inaugural, el académico Ernesto Livacic Gazzano planteó los objetivos de la escuela:

“Se recoge muchas inquietudes que aquí existen y de la oportunidad, a la Universidad, de relacionarse con la comunidad, de conocer mejor la realidad y enriquecerse a sí misma. La respuesta extraordinaria que estamos encontrando, revela que Punta Arenas está muy consciente del valor que tiene esta oportunidad y nos ha hecho pensar que de este evento puede arrancar una presencia más frecuente de la Universidad Católica en programas de esta naturaleza. La última Escuela de Temporada que habíamos ofrecido tuvo lugar hace ocho años, en 1968. Nosotros no desearíamos que pasara más allá de un año antes que nuevamente pudiéramos estar en contacto con la comunidad magallánica”.

De los cursos ofrecidos destacaron “Cooperativismo”, “Corrección monetaria”, “Escuela para padres con psicología del adolescente”, “El hombre en la Biblia”, “Relaciones humanas” y “Teoría de la Economía”. Las últimas dos jornadas efectuadas en el cine Gran Palace, contaron con la presencia del rector nacional de la Pontificia U. Católica de Chile, vicealmirante (r) Jorge Sweet Madge y la disertaciones de los profesores Ernesto Livacic, quien expuso “El cuento chileno contemporáneo”; el presbítero Sergio Silva, quien se explayó sobre el tema “Ciencia y fe” y el crítico de arte y estética Fidel Sepúlveda, que se refirió a “Ideas para una creación poética”.

El director Sweet vino con el propósito de fundar la subsede del Duoc en Puerto Natales, lo que se concretó el 9 de agosto de 1976. En el primer año de funcionamiento, el plantel natalino que recibía clases en salas cedidas por la oficina parroquial, disponía de una matrícula cercana a los doscientos alumnos repartidos en nueve cursos: treinta en peluquería; veinte en inglés; otros veinte en Primeros Auxilios; veinticinco en Mecánica Automotriz; quince en Modas para Adultos; quince en Electricidad; quince en Guitarra y Folclor y cuarenta, divididos en dos cursos de veinte alumnos cada uno, en la especialidad de Dactilografía.

El Duoc  fue una alternativa educativa para muchos magallánicos que no podían continuar estudios superiores en el norte del país, o bien, por distintos motivos no concretaban su ingreso a la Ute regional ni al Instituto Nacional de Capacitación (Inacap). Lamentablemente, o la historia parecía estar escrita o el destino quería ensañarse para siempre con el Duoc en Magallanes, porque el dramático incendio del 8 de febrero de 1979 que consumió las instalaciones del antiguo Liceo San José instó a la Fundación Duoc UC a suspender las actividades académicas en el austro.

Nunca se aclaró la verdadera razón que motivó a esta institución su alejamiento de la zona. Queda el recuerdo de un proyecto bien inspirado, concebido por la propia comunidad en la escuela veraniega dictada por la UCV en 1972, pero que careció del apoyo necesario y de la voluntad política para sostenerla en el tiempo.

A medio siglo de su creación y en el marco que celebra al Día del Profesor y al Colegio de Profesores, recordamos a esta noble iniciativa surgida en una época de profundos sueños e idealismo.

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