Apuestan por la ternera magallánica como nuevo producto comercial y gastronómico de la región
Tras un análisis de marketing se definió la marca “Ternera magallánica”, que fue inscrita en el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual (Inapi).
36
meses se extendió la investigación liderada por Inia Kampenaike$543
millones invirtió la Fundación para la Innovación Agraria (Fia) en el proyecto
La ternera magallánica quiere posicionarse como un nuevo producto para rubros como la ganadería, la gastronomía y la hotelería. La apuesta es que se consolide en la región y traspase las fronteras.
“Carne de ternero de Magallanes: innovaciones en el modelo productivo y de negocios para integrar y agregar valor” se denominó el proyecto que se ejecutó durante 36 meses y que fue impulsado por la Fundación para la Innovación Agraria (Fia).
El proyecto, dirigido técnicamente por Inia Kampenaike, nnovó en el desarrollo de un protocolo de producción que estandariza la forma de criar, engordar, faenar, despostar y envasar un producto carnicero como la carne de ternero.
El coordinador del proyecto, el ingeniero agrónomo de Inia Kampenaike, Raúl Lira, manifestó su confianza por el desarrollo de esta iniciativa. “Todo confluye para poder tener un producto que tenga una proyección en el tiempo, que sea un real aporte a la producción bovina y a la economía regional”, afirmó.
Ganadería local y sustentable
Entre las acciones realizadas se contempló un modelo de negocios con foco en la ganadería local y sustentable, avanzando hacia el concepto “Kilómetro 0”, con un piloto de asociatividad de la cadena productiva, para la que junto a un socio productor, Cárdenas y Cárdenas Ltda., y uno comercializador, Carnes Natales, que hoy es dueño de la marca registrada “Ternera magallánica”.
Manuel Cárdenas, productor asociado, destacó que este negocio permitió generar un nuevo producto en el mercado de las carnes a nivel regional, que es llamativo para los visitantes internacionales que buscan encontrar en la gastronomía local productos con identidad regional. Por lo que una buena forma de darle continuidad a la iniciativa sería involucrar a nuevos productores en el desarrollo y modelo de negocios.
“Habría que elaborar un manual de procedimiento, con un desarrollo con los proveedores, en el sentido de tipificar y poner un protocolo de selección de animales que irían a definirse como Ternera Magallánica, tanto en el predio como en la planta faenadora, ya sea por conformación, cobertura de grasa u otro atributo estandarizado”, expresó.
Si bien, por el momento, el proyecto fue pensado para un mercado local donde la principal demanda sería la del canal Horeca (hoteles, restaurantes y casinos), Cárdenas opina que con el volumen actual de producción “a lo mejor se podría llegar a algunos nichos de mercado en las regiones de Valparaíso y Metropolitana. Pero si esto ‘prende’ con otros proveedores, en el sentido de mejorar la genética, la alimentación, hacer inseminación artificial y seleccionar a las madres por habilidad materna y los toros por ganancia de peso diaria antes del destete, podríamos llegar a producir un 30% o 40% de los terneros acá en Magallanes, pensando en la exportación”.
La representante de Fia en Magallanes, Paula Orellana, calificó como positiva esta iniciativa. Resaltó que “es una apuesta de innovación para poder agregar valor a la oferta gastronómica regional con identidad y territorialidad. No olvidemos el lugar maravilloso y privilegiado en el que estamos ubicados, que es la Patagonia chilena.
El médico veterinario, Ph. D., Francisco Sales, también investigador de Inia Kampenaike, explicó que, bajo diversos escenarios, la producción de ternera magallánica resultó ser una alternativa productiva mucho más rentable que los sistemas tradicionales de producción en Magallanes.
“Históricamente lo que hace el productor es que vende sus terneros al destete y estos animales se van a distintos mercados y centros de engorda a la zona centro-sur del país. Pero lo que hemos podido demostrar es que si nosotros retenemos un 20% o 30 % de nuestros mejores terneros y los metemos a este sistema productivo que está validado por el tremendo trabajo científico realizado por el Inia, vemos que tiene una rentabilidad real”, destacó el investigador.
Así se ha evidenciado también en la sala de ventas, según explica la encargada de ventas y marketing de Carnes Natales, Zlowenka Basic que, en honor a posicionar el nuevo producto en sus locales comerciales, le dieron un tratamiento distinto al de otros productos que comercializan.
También reconoce que ahora que se avecina una nueva temporada turística, hay una alta expectativa puesta en la ternera. “Estamos un poco asustados para la próxima temporada porque ya necesitamos comenzar, nos queda un poco de stock, pero tenemos que pensar para el futuro. El año pasado faenamos 200 terneros y esperamos llegar a la meta, ojalá en un no tan largo plazo, de 2.000 terneros. Estamos integrados verticalmente a esta cadena productiva y dependemos del socio productor para cubrir la creciente demanda, por eso invitamos a otros productores a asociarse y sumarse a este nuevo modelo de negocios para producir una carne que además es local, con pocos kilómetros de viaje, sustentable y limpia”, invitó Basic.
Para Esteban Gallardo, chef ejecutivo del restaurante del Hotel Simple Patagonia de Puerto Natales el producto es simplemente bueno: “es súper constante en cuanto a la calidad, el 100% de las veces me ha dado muy buenos resultados. Se puede hacer todo tipo de preparaciones con los cortes que tiene, desde parrilla a la cacerola y siempre se destaca su terneza”.
Análisis de marketing
A lo largo de 36 meses de trabajo, con un costo total de $543 millones, monto cubierto por una alianza estratégica entre Fia, Inia, Cárdenas y Cárdenas Ltda. y Carnes Natales S.A., fueron varias las etapas de estudio y ensayo que dieron forma al nuevo producto cárnico.
Entre ellos, un completo análisis de marketing, el cual definió la marca del producto, “Ternera magallánica”, inscrita en el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual (Inapi) como resultado del proyecto y, entre otras cosas, la estrategia, estética e imagen de venta del producto. También se realizaron días de campo, talleres y capacitaciones a los trabajadores en predio, como también en la planta faenadora y en la tienda.
Entre otros análisis, se estableció que la ternera magallánica es una carne más blanda y de sabor intenso. Rodrigo Morales, investigador de Inia Remehue, “esta carne tiene menos de 2% de grasa, lo que hace que sea una carne magra. Es blanda, como una de las características más importantes, es decir, que es de una terneza garantizada. Además, el perfil lipídico de esta carne tiene una alta concentración de ácidos grasos polinsaturados, lo que le entrega atributos para ser considerada una carne saludable”.