Llaman a la precaución con especies como el canquén colorado a quienes pasen el Año Nuevo en San Juan
“Los problemas son los de siempre, sumado a los vientos, que aumentan el riesgo de incendio, que sería catastrófico”
Todo el mundo quiere pasarlo bien en Año Nuevo y tienen todo el derecho de desplazarse donde quieran para celebrar, pero siempre es necesario recordar que si bien los humanos tenemos estos ritos, otras especies no tienen por qué soportar peligros innecesarios. El sector de San Juan es uno de los más visitados en el verano, particularmente durante las fiestas, y tan tradicional como aquello es ver la basura que queda tirada, las fogatas a medio apagar y otros daños al medio ambiente.
Los que más lo sufren son especies que se hallan en peligro, como el canquén colorado, que se encuentra en etapa de nidificación y en otros casos, con pequeños polluelos que sufren tremendamente con la presencia humana.
Así lo advirtió el ornitólogo del Centro de Rehabilitación de Aves de Leñadura, Ricardo Matus. “Los problemas son los de siempre, sumado a los vientos, que aumentan el riesgo de incendio, que sería catastrófico. Lo otro es el manejo de la basura, que evidentemente, una de las cosas más obvias es cómo la gente lleva basura hasta allá, en vez de que se la lleve de regreso a la ciudad, porque no hay suficientes contenedores ni capacidad para abordar la demanda que tiene el fin de semana y los feriados en este lugar. La gente tiene que hacerse responsable de volver con la basura para depositarla en un lugar con capacidad”, advirtió en primer lugar.
Pero lo más relevante es evitar la perturbación de las aves. “Por tratarse de riberas de río, el sitio es importante para el canquén colorado, pero por el tipo de ambiente, otras especies están nidificando en el área, como patos y becasinas. Eso es lo que uno puede observar en San Juan y Santa María, y que son ocupadas como refugio principalmente para la que están con crías, y cada vez que se transita por el lugar y ribera del río, las perturba, lo que las obliga a desplazarse, lo que puede tener un riesgo de pérdida para los polluelos. Sé que perturbar estas zonas al mínimo es complicado en estas fechas, donde el uso recreacional del lugar es tradicional hace muchos años, pero es algo que se debe ponderar y entender”, insistió. Pero hay situaciones que son fáciles de evitar. “Por ejemplo, llevar perros y dejarlos libres en esa zona es una amenaza para las aves que están con crías”.
Matus tiene claro que no se puede prohibir el acceso a bienes de uso público como los ríos y mares, pero “hay que apelar a la conciencia y al cuidado por la naturaleza que deberíamos tener todos, para que las visitas que hagamos tengan el menor impacto sobre la fauna”. Sin embargo, hay sectores específicos donde hay mayor presencia de aves nidificando. “En sitios como Punta Carrera y Punta Santa Ana, ambas riberas del río San Juan y río Santa María”.