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Carlos Faggani Véliz se trasladó el miércoles a Coquimbo

Puso fin a fructífera carrera de 35 años para impulsar el deporte en Magallanes

Jueves 19 de Enero del 2023

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  • En enero de 1988 llegó a hacerse cargo de la otrora Dirección General de Deportes y Recreación, Digeder, y vivió el tránsito hacia Chiledeportes y la actual institucionalidad. Fue entrenador de la selección de fútbol de Punta Arenas y es un ferviente colocolino.

En medio de cajas de embalajes y múltiples recuerdos, Carlos Faggani Véliz hizo un repaso de su labor de casi 35 años en el deporte de Magallanes. Llegó a estas tierras el 18 de enero de 1988 y viajó a La Serena el pasado miércoles 11. Cuando arribó a Magallanes fue para hacerse cargo de la entonces Dirección General de Deportes y Recreación, Digeder. 

Nacido el 17 de agosto de 1953 en Ovalle, desde muy pequeño mostró su gusto por el fútbol y se convirtió en un incondicional hincha de Colo Colo, al punto que hasta no hace mucho, continuaba haciendo apuestas con fanáticos de la UC y la U. “Yo trabajaba en el Consejo Provincial de Copiapó y se abrió un concurso interno para la vacante que dejó el profesor Marcelo Tapia. Postulé porque siempre quise trabajar en Magallanes, junto a mi familia nos llamó la atención la distancia y cómo podía crecer tanto esta región cuando los veía en la Teletón, entonces nos vinimos con toda la ilusión. Y nos vamos muy contentos de haber cumplido todos los objetivos del punto de vista familiar y profesional”, expresó.

De hecho, confiesa que cuando llegó a la región, le llamó la atención que “los dirigentes, las instituciones e infraestructura deportiva era de muy buena calidad en relación a la zona norte”. 

Y eso que no fue fácil dejar un trabajo con muy buena proyección, ya que “cuando estaba en Copiapó era el presidente de la Comisión Fútbol de Regional Atacama, que ahora es Deportes Copiapó, entonces viajaba a los diferentes estadios, cada quince días, donde el club jugaba de visita. Y los estadios eran de muy malas condiciones, incluso algunos de Primera División. Por eso, la primera foto que tengo en Magallanes es en el estadio Fiscal Antonio Ríspoli Díaz con mi hijo. Lo primero que dije fue ‘¿cómo es que esta ciudad no tiene fútbol profesional con el excelente estadio que tienen?’. Y la primera persona que conozco es Mario Díaz, que venía llegando de ser campeón de Chile en fútbol con el Instituto Don Bosco en el año 87 en La Serena, torneo en que por Copiapó, por Tierra Amarilla específicamente, iba de refuerzo Marcelo “Toby” Vega, que cuando yo era dirigente de Regional Atacama él tenía 15 años y ya era titular en el equipo”, recuerda.

Se perdió el despegue de Regional Atacama, que en 1994 llegó a jugar en Primera División, donde permaneció un par de temporadas. Pero no se arrepiente. “Aquí con mi familia nos fue súper bien y nos vamos muy agradecidos de la gente, las instituciones. Mi esposa Hilda Iribarren ha sido directora de distintos colegios por más de quince años, la han tratado muy bien. Ella se inició con un grupo excelente de docentes en la Escuela Argentina, le tocó inaugurarla. A mí, en mi servicio, el que más quiero, me lo dio todo. Yo soy un fanático de la Digeder. De corazón estoy muy agradecido”.

En la Digeder comenzó a trabajar con nueve personas, en un equipo que era dirigido por José Caldichoury. “Como me involucro rápidamente en las instituciones deportivas, no tuve problemas y en dos meses, ya queríamos formar un equipo de futsal, porque aquí estaba la Federación de Futsal, que no existía en Santiago. Hicimos un equipo, lo llamamos Pilmahue, el técnico era el profesor Bernardo Vera. Ganamos el regional y en agosto ya estábamos en el campeonato sudamericano en Brasil. La gente me comenzó a conocer, y a mi llegada de Brasil, la gente del Club Deportivo Chile conversó conmigo para que me hiciera cargo del equipo, después pasé por Scout, Sokol, la Selección de Punta Arenas y gracias a mi amigo Patricio Aguila Strello llegué al Instituto Don Bosco donde estuve cinco años, siempre ganamos a nivel regional y salieron muchos jugadores, que incluso llegaron al fútbol profesional”, resumió Faggani su paso por Magallanes, el que no duda en calificar de “excelente”.

Su breve paso por el 

fútbol profesional

Futbolista amateur en Vallenar, seleccionado también por Algarrobo. En 1974 ingresó a la Universidad de Concepción cuando ya integraba las divisiones inferiores de Deportes Concepción. Después del golpe de Estado, retornó al club y fue enviado a préstamo a Iberia de Los Angeles, “pero estuve una semana y no me quise quedar. Así que me fui a terminar la carrera de profesor de Educación Física”. Eso no quitó que siguiera participando en los torneos universitarios, donde “fuimos tricampeones en 1977, 1978 y 1979”.

Pero en su familia ya había antecedentes de labor dirigencial, porque su tío Carlos Véliz Vilches fue director de Digeder en 1972 y 1973. “Yo me crié con él y estuve en San Felipe, haciendo la cuarta y quinta preparatoria y siempre me dicen que soy muy parecido a él”.

Igual asistió a muchas capacitaciones, incluso al extranjero. Entre ellas destaca una en Buenos Aires, además de una invitación que se les cursó a profesionales cubanos para que dictaran unos talleres y charlas.

Los cambios en la

institucionalidad

Le tocó vivir los cambios de Digeder a Chiledeportes. Reconoce que en la primera institución había más libertad “y los recursos se entregaban de otra forma, igual que la implementación deportiva, los balones, los trofeos, no teníamos el control de la Contraloría. Ahora es todo mucha licitación, las demoras en los traslados. Antes no licitábamos, pero teníamos que comprar los mejores implementos deportivos. Formamos parte también del gran programa, que espero que se repita, el Fondo Magallánico del Deporte, Fomadep, cinco años continuados en que el gobierno regional entregaba a la institución 100 millones de pesos, los cuales se repartían en organización y participación de campeonatos. Ojalá pudiera reeditarse porque dio muy buenos frutos a la región”, valora.

En todo caso, aprecia la planificación que se está desarrollando actualmente, por lo que ve un futuro promisorio para Magallanes. “Somos muy buenos ejecutores de campeonatos, nacionales, sudamericanos, a nivel escolar y universitario”, subraya.

Vínculo con los

pueblos originarios

En su labor dirigencial, resalta como hito “haber trabajado con las comunidades kawésqar y yámanas, participamos en encuentros deportivos incluso en Isla de Pascua. En los primeros años de la Digeder, se planificó cómo llegar a las comunidades, y en vez de torneos deportivos, colocamos Encuentros de comunidades indígenas, y todas las regiones, salvo Aysén, teníamos comunidades despiertas, con ganas de hacer cosas. Partimos con encuentros regionales y después nacionales. Me tocó trabajar con las hermanas Calderón, con la última familia de Puerto Edén y siempre fuimos muy reconocidos, porque le dimos valor a lo que ellos hacían y a cómo vivían y contaban su historia en estos encuentros a gente de otras regiones y ciudades”.

Un eterno problema

Una dificultad que fue permanente en su etapa de dirigente y que se mantiene hasta hoy, dice relación con los recursos para viajes. “Yo llegué justo cuando José Perich emprendía su marcha a lomo de caballo hacia el norte de Chile a pedir plata para los pasajes. Hasta hoy tenemos ese problema, con instituciones que hacen rifas, bingos; pero eso va asociado a que a todos los campeonatos les ponemos nacionales, mundiales y yo creo que hay que tener 3-4 regiones para ponerle Nacional. Ahí nos confundimos mucho porque pasajes para los que van a campeonatos federados siempre hay, pero cuando aparecen estos campeonatos ‘piratas’ no hay recursos. Y la gente pone todo en el mismo saco y dice ‘cómo estos chicos no pueden ir’. Por eso reitero lo del Fondo Magallánico, para definir bien”.

Multicanchas sin jugadores

Faggani se alegra que en Punta Arenas existan muchas multicanchas, pero lamenta “verlas sin deportistas y sin niños. Creo que debería conversarse con las juntas vecinales, y tener permanentemente un entrenador, profesor o monitor entre las 18 y las 20 horas, para que la comunidad del sector sepa que hay actividad y haya una planificación lo que quiera la gente del lugar”, sugiere.

Pese a todo lo vivido en Magallanes, llegó la hora de irse, tal como lo tenían planificado en familia. Incluso quería comenzar a trabajar en su nueva función, en La Serena, el 18 de enero, igual que cuando llegó a estas tierras. “Solicité traslado al director nacional el 4 de julio de 2022 y el 28 de ese mes ya tenía mi resolución de traslado. El 31 de julio vino el director nacional para la Corrida Nocturna, uno de los hitos importantes que tenemos. La corrida de Torres del Paine, las actividades con Junji e Integra. Valoro mucho lo que hacemos en el deporte, pero me gustaría que hubiese más unidad sí, entre el municipio, gobierno regional, IND, cada uno se va por su lado. Yo seguiré queriendo a Magallanes, y aunque soy un poco nómade, no hay ninguna ciudad que haya estado 35 años como acá. Pensé al principio quedarme por diez años, pero me fui alargando”.

Ahora desde la distancia, avizora un buen futuro para Magallanes dentro de cinco años, porque actualmente ve que hay poca participación, aunque sí hay talentos en varias disciplinas. “Hay que seguir el camino del Español en básquetbol o del Victoria en fútbol, el Sokol, la Sub 15 de fútbol de la Asociación Punta Arenas, la natación, aunque falta otra piscina olímpica. Hay un futuro promisorio más allá de lo que hay ahora”.

Deporte a nivel profesional

Pero el sueño de tener un equipo de fútbol profesional no se le pudo cumplir, aunque reconoce que “estuvimos cerca”. Propone que se traiga un par de veces a Magallanes o a Puerto Montt, “una vez al mes, o el equipo de visita que juega con Puerto Montt, traerlo y que juegue lunes o martes. Y hay empresas importantes que podrían hacer eso, más el aporte del gobierno regional. Y lo más cercano, en básquetbol, sería muy importante que los dirigentes logren que Magallanes participe en la liga nacional”.