En la enfermería de la cárcel permanecen los detenidos por el crimen de Roberto Verdugo
Aislados de la población penal y a la espera de los resultados de su evaluación, se encuentran los dos imputados por el brutal homicidio del joven Roberto Verdugo Vargas, perpetrado el pasado fin de semana.
Adalio Mansilla Quinchamán y Fabián Peña Mansilla fueron ingresados a la cárcel de Punta Arenas tras la formalización del pasado jueves en el Juzgado de Garantía. En el caso del primero, permaneció durante algunos días bajo custodia en el Hospital Clínico, no obstante, se trató sólo de una medida breve que no podía mantenerse en el tiempo debido a los medios que debía destinar Gendarmería para asegurar la protección del imputado. “Si la idea es brindarle seguridad, eso sólo se le puede asegurar en la cárcel. En otro lugar queda abierto el peligro de fuga o de que alguien o el mismo pueda atentar contra su vida”, señaló una fuente cercana.
Por su parte, en el caso de Peña Mansilla fue la misma defensa la que a través del tribunal solicitó el ingreso del imputado a lo que se conoce como Upfhi, que es la Unidad Psiquiátrica Forense Hospitalaria Intrapenitenciaria. En dicha dependencia, además del aislamiento, los usuarios disponen de todos los cuidados de salud mental que pudieran requerir. Sin embargo, el lugar hoy no cuenta con espacio para recibir a más personas. Por tal razón, Gendarmería dispuso entregar a Peña Mansilla la misma atención profesional que reciben todos los internos al momento de ingresar, con las atenciones y evaluaciones correspondientes para descartar un intento de autoagresión y efectuar un tratamiento si así fuera recomendable.
De esta manera, tío y sobrino imputados permanecen en el área de Enfermería, en celdas separadas y con un régimen de aislamiento temporal que podría mantenerse, incluso, durante todo el periodo que se prolongue la investigación acordada en la audiencia de formalización, 120 días.
El caso de cada uno es distinto en cuanto a la permanencia al interior del penal. Peña Mansilla, de 21 años, no cuenta con antecedentes, por lo que es la primera vez que se ve privado de libertad. Distinto es el caso, ya reiteradamente conocido, de Adalio Mansilla. El hombre de 29 años ha permanecido largos periodos con privación de libertad.
Quienes lo conocen de su paso por la cárcel, lo califican como una persona normal que no da mayores problemas, razón por la cual no les extraña que sus antecedentes le hayan permitido acceder a la libertad condicional. El problema, aseguran, es que afuera su comportamiento cambia y se ve trastocado debido al consumo de alcohol y de otras sustancias.